El PNV abre una nueva oportunidad para la pacificación y la normalización política
Defiende el derecho a decidir en su iniciativa Ados y reclama a ETA el cese definitivo de la violencia.
Foronda. Ni en un extremo ni en el otro. Ni con los que consideran que no ha cambiado nada después del proceso interno de la izquierda abertzale y los anuncios de ETA, ni con quienes creen que todo ha cambiado y, por tanto, hay que partir de cero. El PNV presentó ayer una propuesta de centralidad en la que reclama a la organización armada que abandone para siempre la violencia -"No vale alto el fuego que no sea cese definitivo"-. Una propuesta que aboga por el diálogo y la negociación de todas las fuerzas políticas para llegar un nuevo pacto basado en el sistema de concertación y los derechos históricos del pueblo vasco y que incluya el respeto a las decisiones de la sociedad vasca.
El presidente del Euzkadi Buru Batzar, Iñigo Urkullu, llamó ayer a iniciar una nueva etapa y a sacudirse la inacción en un momento en el que parecen abrirse las puertas de un nuevo escenario político. "La inacción resta. La iniciativa suma", aseveró, para mostrar la disposición de su partido a impulsar esa acción para que cambien las cosas. Una disposición que pretende materializar a través de la propuesta Ados, desde la convicción de que los partidos deben asumir la iniciativa y "reintentarlo una y otra vez". "No es una pista de aterrizaje para nadie. Es una pista de despegue para todos. Una oportunidad, por primera vez en paz, al diálogo de futuro para Euskadi", aseveró.
Urkullu ya ha trasladado esa convicción al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien, a juzgar por sus declaraciones públicas no está dispuesto a mover ficha. Para cambiar esa actitud de enroque, el líder jeltzale le ofreció tiempo. El tiempo de esta legislatura. El PNV, que tiene en sus manos la llave para que se produzca un adelanto electoral -sin su apoyo, no habrá Presupuestos y sin Presupuestos, el presidente español no llegará al final de su mandato-, podría prestarle el respaldo que precisa si está dispuesto a dar pasos en la senda de la pacificación y de la normalización política.
Ese tiempo puede ser también vital para la izquierda abertzale, que necesita convencer de la apuesta por las vías políticas a todo el mundo, empezando por el Estado, para poder cumplir su objetivo de regresar al tablero político en igualdad de condiciones. Por eso, Urkullu hizo extensible a la esta sensibilidad política el ofrecimiento realizado a Zapatero. "Nosotros, si se dan las condiciones, podemos ganar tiempo y lo vamos a ofrecer a unos y a otros. No sabemos si lo van a utilizar. Esperemos que sí", dijo.
En el análisis del escenario abierto ahora que realizó ante alrededor de 100.000 militantes y simpatizantes, Urkullu repasó los últimos acontecimientos, entre ellos el hecho de que tanto el sector antes alineado en torno a Batasuna y la propia ETA se prodiguen en actos, uno, y en comunicados, vídeos y entrevistas, la otra. "Parece una carrera de ETA y Batasuna para escenificar un guión ya escrito y ver quién lo interpreta antes y da la impresión de liderazgo. ¿No había ya un alto el fuego anunciado el 5 de septiembre?", se preguntó, mostrando su impresión de que el acuerdo presentado el sábado en Gernika y la publicación de una entrevista con dos miembros de la organización armada en Gara al día siguiente, estaba prevista con anterioridad.
Balance de gobierno En un momento como el actual, en el que el PNV ha demostrado, con el traspaso de las políticas activas de empleo, ser capaz de gobernar desde la oposición, no podía faltar la referencia al Gobierno de Patxi López. El Ejecutivo socialista mereció el suspenso del líder jeltzale con un balance en el que Urkullu destacó los errores en la gestión económica -crecimiento del paro, multiplicación de la deuda...- y las actuaciones desarrolladas en el ámbito de los símbolos -colocación de banderas españolas, cambio del mapa del tiempo de ETB...-. Un listado que concluyó con un rotundo: "Y lo peor de todo: el lehendakari no ha ejercido de lehendakari".
"El lehendakari no trabaja para Euskadi. Trabaja para Rodríguez Zapatero y Basagoiti-Rajoy. Su transversalidad es el PP. Su pluralidad es el PP. Euskadi le suspende, no porque comunique mal, pese a que él diga que es que tiene un problema de comunicación. No, Euskadi le suspende porque lo hace mal, muy mal", definió el presidente del EBB entre aplausos de la militancia.