domingo, 22 de abril de 2012

Veinte Aniversario de Sabin Etxea

El PNV propone frenar la recentralización del PP con una declaración parlamentaria La apuesta no condiciona la defensa de un nuevo estatus vasco, que el partido mantiene en paralelo Bilbao. Lo que en precampaña se consideró un mero arrebato de José María Aznar ha pasado a convertirse en una tendencia consolidada. La apuesta del expresidente español por recortar el Estado autonómico, que encaja a la perfección en el ideario centralizador de su partido, se ha colado finalmente en los planteamientos del Gobierno de Rajoy, atenazado por la crisis y vigilado por una Angela Merkel irreductible en su cruzada contra el déficit y a favor de la tijera. El Ejecutivo español se ha arrogado la potestad de intervenir a las comunidades en caso de que no lleguen al 1,5% de déficit a finales de este año -ha reducido el plazo para hacerlo de nueve a seis meses-, y ha propuesto ajustes en sanidad y educación, a pesar de que esas competencias obren en poder de las comunidades. El PP, además, ya ha dejado claro que la situación económica no ofrece margen para las reivindicaciones "autóctonas", mientras Catalunya o Andalucía protestan ante el incumplimiento de las inversiones previstas en los estatutos. Un horizonte nada halagüeño ante el que el PNV postuló ayer un compromiso institucional en defensa del autogobierno.
En concreto, según fuentes jeltzales, propone labrar una declaración parlamentaria -podría extenderse a otras instancias- en defensa del actual marco, pero también de su actualización, donde entraría en juego el nuevo estatus, que el partido volvió a esgrimir ayer con firmeza. Aún queda por concretar si la declaración se trabajará a nivel de la CAV o también de Madrid, aunque desde el partido se apuesta por forjar un consenso lo más amplio posible ante el riesgo recentralizador. La propuesta será debatida mañana en el EBB, y se dará a conocer previsiblemente esta semana. La iniciativa trata de abortar un recorte competencial, y se entiende en ese contexto, además de que no condiciona la apuesta por un nuevo marco, que sigue manteniéndose en paralelo. Después de negociar intensamente en Madrid y con el PP una cláusula sobre el respeto al Concierto Económico, que logró incluir en la Ley de Estabilidad para que la norma que vigila las cuentas autonómicas no menoscabe la singularidad foral, el partido de Iñigo Urkullu volvió a dejar claro ayer que "dará la cara ante quienes pretenden que desandemos un camino de treinta años de autogobierno". Así se expresó el presidente del partido en el acto celebrado en Sabin Etxea con motivo del veinte aniversario de la sede. La formación aprovechó la jornada para reafirmarse en la transparencia y la renovación. Una adaptación a los nuevos tiempos en la que encaja el nuevo estatus que defiende el partido, así como su apertura a la sociedad o su cambio de look, con la presentación ayer mismo de su nuevo logo -representa el "corazón" del partido, y cuenta con los elementos constituyentes de un lauburu, si bien en diferente disposición, según explican desde la formación-. El PNV ahondó en esa apertura organizando una jornada de puertas abiertas en Sabin Etxea para que pudieran visitarla todos los ciudadanos, y defendió su propuesta de nuevo estatus. Urkullu fijó como prioridad "liderar" el nuevo ciclo promoviendo ese "acuerdo constituyente". APERTURA El burukide dibujó ayer a un PNV "preparado para iniciar la nueva etapa" con sus nuevos retos, aprobados el viernes en la Asamblea Nacional; y volcado en las personas, a quienes volvió a situar en el centro. Tras priorizar la participación y el conocimiento directo de las necesidades sociales, mostró su preocupación por la crisis, y puso al servicio de los problemas de los vascos "toda la experiencia" de gestión de su partido. Un contacto con las personas que quiso llevar a la práctica ayer abriendo la sede a todos los ciudadanos por primera vez desde su construcción en 1992, y después de que el PNV posibilitara que las bases participaran sin cortapisas en el último proceso interno de renovación del EBB donde, tras el breve paréntesis de 2007, no hubo ninguna lista cerrada, y donde los militantes presentaron a los candidatos que estimaron oportunos. El jeltzale llamó a "recobrar el pulso de un país parado por la incapacidad de un gobierno que no gobierna" y, a nivel estatal, alertó ante unos recortes que camuflarían "una oscura intención de socavar nuestro autogobierno". Una realidad a la que contrapuso esa autonomía, que contribuiría a la salida de la crisis "sin más dependencia que nuestra propia voluntad". Por otra parte, según confirmaron ayer fuentes jeltzales a DEIA, antes de que el EBB eleve a las bases su propuesta de candidato a lehendakari, los militantes podrán poner sobre la mesa sus propias opciones hasta el 10 de mayo. En base a ellas y a las reflexiones de la comisión constituida en la Ejecutiva, el partido extenderá su apuesta a las bases, que tendrán 20 días para pronunciarse. El proceso acabará el 30 de junio o la primera semana de julio.