domingo, 26 de septiembre de 2010

"El PNV tiene capacidad de interlocución con unos y con otros para avanzar hacia la paz"

Urkullu dará mayores detalles de la iniciativa que en materia de normalización y pacificación planteará el PNV de cara a lograr un diagnóstico compartido entre todos los partidos políticos.

ENTREVISTA A URKULLU:
¿Pondrán sobre la mesa en la negociación presupuestaria la derogación de la Ley de Partidos?

En reiteradas ocasiones desde el PNV nos hemos pronunciado sobre la necesidad de derogar o sustituir esta Ley de Partidos. En todo caso, en mis conversaciones con Zapatero le he invitado a que reflexione sobre el respeto a la mayoría social en la sociedad vasca para construir una sociedad vasca teniendo en cuenta su mayoría social y dando los pasos necesarios para que todas las sensibilidades ideológicas tengan la posibilidad de participar en el juego electoral.
¿Ahí también entraría el respeto a la lista más votada en las urnas?

Sobre esto también se ha afirmado que es materia de la negociación y no es cierto. Yo no he planteado a Zapatero nada de eso, entre otras cosas porque me preocupa más el respeto a la mayoría social que el respeto a la lista más votada.
A la vista del proceso interno de la izquierda abertzale oficial y los últimos comunicados de ETA, ¿cree que ese mundo llegará a tiempo para las elecciones de mayo de 2011?

Sinceramente, no lo sé. Estamos viviendo un tiempo de vorágine en ese mundo ante la necesidad que tienen los que quieren hacer política de estar en las elecciones municipales y forales de la CAV y en el Parlamento foral navarro, y no retrasarse hasta las generales de 2012. En ese mundo hay un sentir extendido de que tienen que reforzarse desde la base y no desde arriba a abajo. Sin embargo, el contador del tiempo va corriendo y eso les exige un pronunciamiento ante ETA.
¿Para cuándo espera ese pronunciamiento?

No sé si se va a dar o no, pero lo que sí sé es que no hay otra opción. Probablemente la solución es la ruptura en ese mundo.
¿Qué papel deben jugar los partidos y los gobierno vasco y español de cara a facilitar el aterrizaje de ese mundo a las vías políticas?
Nosotros con ETA tenemos que ser duros y con la autodenominada izquierda abertzale francos, no duros pero sí francos. Después de tantas experiencias acumuladas no podemos refugiarnos en circunloquios, hipótesis o presunciones. He planteado la posibilidad de una iniciativa que rápidamente fue contestada por el lehendakari López diciendo que no cabía hacer nada y que no quedaba otra que el palo y la zanahoria con ETA y con la izquierda abertzale oficial. Yo estoy convencido en tomar la iniciativa, basada en cuatro puntos: la exigencia del abandono definitivo de la violencia, no un alto el fuego sino un cese definitivo para no vivir bajo la tutela de ETA; el pluralismo de la sociedad vasca y, por tanto, el respeto a la participación de todas las ideas políticas; un acuerdo con una apuesta por el diálogo y la negociación entre todas las fuerzas políticas; y, por último, el respeto a lo que la sociedad pueda decidir. Tenemos que ayudar a que la Batasuna ilegalizada dé el paso de decirle a ETA lo que le tiene que decir, para que pueda estar en las elecciones municipales y forales de la CAV y las forales de Nafarroa.

¿Qué formato debe tener ese diálogo y en qué foro debe estar residenciado?

La autodenominada izquierda abertzale no está en el Parlamento Vasco. Por lo tanto los acuerdos políticos han de ser ratificados por las instituciones y por la propia Cámara de Gasteiz. Tiene que haber un ámbito de relación entre los partidos en la que también esté presente el mundo de la Batasuna ilegalizado. Si tiene que ser un formato de a dos o de diálogo multilateral, eso es una cuestión de hablarlo entre todos los que tenemos vocación y voluntad de coadyuvar en esta dirección.

Parece difícil involucrar a los gobiernos vasco y español en una iniciativa de ese tipo.

Aparentemente esa es la dinámica en la que están. No sé si es la real. En todo caso, creo que son conciliables el diálogo y la vía policial y judicial. Pero el diálogo se ha de producir bajo la premisa de que le digan a ETA que no representa al Pueblo Vasco ni tampoco a la izquierda abertzale.

¿En qué se va a concretar la iniciativa de diagnóstico compartido?

Son esos cuatro puntos a los que me he referido. Creo que es posible un diagnóstico compartido entre las formaciones abertzales en torno al concepto de autogobierno y territorialidad. Creo que es posible un diagnóstico con los partidos no nacionalistas sobre violencia, pacificación y terrorismo. Creo que el PNV tiene capacidad de interlocución con unos y con otros. Y creo que es posible poner en común todo tipo de diagnósticos del que resulte una conclusión global.

¿Le preocupa la formación del denominado polo soberanista a la izquierda del PNV?

No me preocupa la conformación del polo soberanista que aglutina a cinco partidos políticos con visos de ser una apuesta electoral. Tengo una absoluta confianza en el proyecto del PNV. A corto plazo podemos vivir un ejercicio de seducción por el llamado polo soberanista, pero como dijo el lehendakari Aguirre los pueblos se hacen día a día, y eso exige un proyecto definido y compartido para la construcción de esta nación. No me preocupa en absoluto, muy al contrario lo aplaudo por lo que supone de clarificación del espectro político.

También queda por aclarar si PNV y Hamaikabat irán de la mano a las elecciones.

Parto de la base de que Hamaikabat sabe lo que piensa el PNV. Tenemos una visión muy parecida en cuanto a construcción social y nacional, desde el respeto a las instituciones que tenemos. Sin embargo, y con todo el respeto del mundo, es delicado plantear que la colaboración sea con un formato de coalición electoral, ya que sabemos lo que el PNV representa cuantitativamente pero desconocemos lo que representa Hamaikabat.