domingo, 19 de febrero de 2012

El PNV esgrime el ejemplo escocés


Nuevo Estatus Político para Euskadi
El PNV esgrime el ejemplo escocés
•Izaskun Bilbao cree cuestión de tiempo que Europa reconozca el derecho de autodeterminación
• La europarlamentaria advierte de que la situación económica del Estado español supone "un lastre"
"En la política y en las leyes no hay nada estático". Con este leit motiv, la europarlamentaria del PNV Izaskun Bilbao defendió ayer en una conferencia la necesidad que tiene Euskadi de mirarse en "el espejo" de Escocia. La propuesta que el primer ministro escocés, Alex Salmond, ha realizado de forma unilateral para celebrar en otoño de 2014 un referéndum de autodeterminación que posibilite soltar amarras con Londres debe, a juicio de la representante jeltzale en Europa, servir de ejemplo para Euskadi. "Tenemos que apostar por una Unión Europea en la que todos nos sintamos cómodos si no agredimos a nadie", enfatizó Bilbao. Pese a reconocer que, a corto plazo, las naciones sin Estado aún tienen mucho camino por recorrer para que las instituciones de la UE les den cobijo en su seno, consideró que, más pronto que tarde, el derecho de autodeterminación se podrá ejercer sin las polémicas que genera en la actualidad. "Es cuestión de tiempo", enfatizó.

Presentada por el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, y ante invitados como el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, los diputados en el Congreso Josu Erkoreka y Emilio Olabarria, el senador Iñaki Anasagasti, o representantes del mundo empresarial como la secretaria general de Confebask, Nuria López de Guereñu, la europarlamentaria del PNV recordó que, durante su puesta en marcha, los diferentes estatutos de Autonomía fueron recibidos con incredulidad. El paso de los años -continuó Bilbao- ha demostrado que este marco político podía aplicarse, hasta el punto de que se puede dar por amortizado en el caso de la CAV. El siguiente peldaño debe ser, según indicó, que los ciudadanos de las distintas naciones sin Estado puedan elegir en las urnas la relación que quieren mantener de cara al futuro: "Dentro de unos años será algo normal hablar del derecho de autodeterminación y de la libertad de los pueblos, aunque hoy resulta altisonante".

El futuro de Escocia y su posible independencia han sacudido el engranaje institucional de la UE. Para la Unión Europea, la escisión interna de un Estado miembro es terreno desconocido. En el más de medio siglo de vida que lleva en marcha la construcción europea no se ha dado ningún caso. Es más, el Tratado no contempla esta posibilidad. Un contexto que para Izaskun Bilbao no es tan relevante para decidir lo que puede pasar en el futuro con el resto de naciones sin Estado. Como muestra de este cambio de opinión en los órganos de poder de la Unión Europea, la expresidenta del Parlamento Vasco recordó la independencia de Kosovo. A día de hoy, el Estado español es de los pocos que siguen sin reconocer al nuevo país, algo que, a su juicio, se debe al miedo que las autoridades españolas tienen a que pueda suponer un germen para que nacionalistas vascos y catalanes opten por elegir la puerta de salida y apuesten por la independencia.

Y si, a juicio de la europarlamentaria jeltzale, el futuro de Euskadi como nación lo deben decidir sus ciudadanos en las urnas, más primordial resulta que su identidad económica mantenga su presencia. Para ello, según indicó, es clave que la actual coyuntura económica del Estado español deje de frenar la evolución de la economía vasca. "España tiene mucho déficit y su mala situación nos hace mucho daño. España está siendo un lastre para Euskadi", advirtió Bilbao, tras defender la compatibilidad de una Europa más fuerte con una descentralización que dé mayor peso a agentes como Euskadi, Catalunya o Flandes: "No son pocas las regiones o nacionalidades que son mucho más eficientes, innovadoras y eficaces en la promoción de nuevos modelos de crecimiento que los estados a los que pertenecen. Y Euskadi tiene una identidad económica perfectamente definida y muy diferente a la del Estado en que se integra. Es visible porque es económicamente viable".

programa 'peace' Sobre el nuevo tiempo abierto en Euskadi tras el cese definitivo de la actividad armada de ETA, Izaskun Bilbao expresó su deseo de que las instituciones europeas "nos acompañen" en el recorrido de la pacificación mediante la puesta en marcha de una versión vasca del programa Peace. Eso sí, dirigió buena parte de sus palabras sobre el final de la organización armada a los que la han respaldado durante décadas: "Los violentos nos deben mucho. Para empezar, tienen que asumir su responsabilidad por la muerte y las heridas de las víctimas y el dolor gratuito que ellos, solo ellos, han generado".

En la misma línea que Bilbao, el presidente del EBB defendió la implicación de las instituciones de la UE en la pacificación de Euskadi, al tiempo que destacó el sentimiento europeísta de su partido. "Para el PNV es fundamental tener representación en el Parlamento europeo", aseveró Iñigo Urkullu.

El PNV reclama que Euskadi pueda "decidir" como Escocia


BILBAO. El presidente del PNV en Bizkaia, Andoni Ortuzar, ha reclamado que Euskadi pueda "decidir", tal y como hará en su referéndum de autodeterminación Escocia, un pueblo con el que los vascos tienen muchas similitudes y también "un pleito centenario con los vecinos".

Como en los últimos años, el PNV ha celebrado, junto a su sede central en Bilbao, un acto con motivo de los carnavales, en esta ocasión bajo el lema 'Euskotland' y en la que, disfrazados de escoceses, los jeltzales han resaltado las similitudes entre Euskadi y Escocia y su deseo de "poder decidir".

"Venimos a reclamar la anexión de Euskadi a Escocia para poder participar en el referéndum de autodeterminación", ha bromeado Andoni Ortuzar, que ha señalado que ambos son "hermanos gemelos" ya que los dos son "cabezotas", les gustan "las bebidas espirituosas", cortan troncos y, aunque "ellos tienen petróleo, nosotros tenemos gas en Bermeo y ahora también en Araba". Además, ha añadido, "ambos tenemos un pleito centenario con los vecinos" y "presidentes anfibios: Alec Salmón y Patxi Lo-pez".

Según ha indicado, vascos y escoceses son "como dos gotas de agua", salvo en el hecho de que "ellos van a poder decidir", en el referéndum que se ha planteado, y "nosotros dicen que no". Por ello, ha ironizado, el PNV propone presentar una proposición de ley para "declarar a la falda de cuadros prenda nacional vasca y, una vez conseguido esto, ya no vemos ningún obstáculo para celebrar nosotros también nuestro referéndum".

El autogobierno es la clave del éxito en la estrategia de desarrollo humano sostenible aplicada en Euskadi en los últimos 30 años: IBARRETXE













El autogobierno es la clave del éxito en la estrategia de desarrollo humano sostenible aplicada en Euskadi en los últimos 30 años. Esta es una de las principales conclusiones que se extraen del último trabajo de investigación realizado por el lehendakari ohia Juan José Ibarretxe, en el que analiza el pasado, el presente y el futuro del caso vasco desde una mirada que arranca a comienzos de la década de los 80, con la llegada a Euskadi de la autonomía. Sin embargo, treinta años después de ese escenario, el lehendakari aprecia carencias en el reconocimiento del pueblo vasco como sujeto político con identidad propia y capacidad para decidir por sí mismo.

Así lo indica el propio Ibarretxe en las conclusiones del trabajo que ayer presentó en el Paraninfo de la UPV/EHU de Bilbao, donde advirtió de que existe una parte "significativa y plural" de la sociedad que defiende la existencia del pueblo vasco y su derecho a decidir "democráticamente" sin renunciar a tener un espacio propio en el concierto europeo y mundial. Para ello, el lehendakari consideró "fundamental" la consecución de un escenario de paz que sirva de garante a los derechos humanos de los vascos. "El problema es la falta de reconocimiento del pueblo vasco como un sujeto político con identidad propia al que le corresponden unos derechos históricos", reflexionó.

La ausencia de la violencia en Euskadi no implicaría, según Ibarretxe, el final del conflicto político. Por ello, entiende que es necesario abordar su resolución desde una óptica política donde los ciudadanos y los partidos acuerden el nivel de autogobierno deseado y la relación que quieren mantener con el Estado español. "Desde el más estricto respeto a la esencia democrática, el reconocimiento del derecho del pueblo vasco a decidir su futuro y el compromiso de ejercer este derecho por la vía de la negociación es la llave de la solución", zanjó.

visión localista Al margen de esta cuestión, Ibarretxe también ahonda en la crisis económica y aporta sus propias recetas para salir de una coyuntura en la que, a su juicio, imperan las políticas de austeridad dictadas por el neoliberalismo. "La aportación del pueblo vasco al mundo es que se puede mirar al mercado sin que te tiemblen las rodillas y sin dejar de mirar a las personas", dijo.

En este sentido, el lehendakari ohia recomendó incorporar la cultura y la identidad propia vasca a los futuros proyectos que se acometan, de modo que a la ecuación I+D+i se le sume también la letra K, en referencia a la cultura. "Somos un viejo país en la Unión Europea que aún está a la cabeza en términos de bienestar, en términos no solo de generar crecimiento en la economía, sino equilibrio para las personas", aseveró.

Por último, Ibarretxe recordó que los pensamientos más avanzados de los investigadores e intelectuales apuntan a la necesidad de enfocar la salida de la crisis hacia una óptica local que entierre el mito de que es necesario contraponer lo universal a lo local. Por ello, recordó que afrontar las actuaciones de futuro sin olvidar las raíces del pueblo vasco es lo que encarna la esperanza "de que otro mundo es posible".

En este último trabajo, realizado íntegramente en inglés y titulado The Basque Case: A Comprehensive Model for Sustainable Human Development (El caso vasco: hacia una visión global de un modelo de desarrollo humano sostenible), ha contado con la colaboración de profesores de las universidades norteamericanas de Columbia y George Mason y la red europea Euclid Network, de Londres, que también participaron en la intervención del lehendakari, que intercaló el inglés, el euskera y el castellano a lo largo de su intervención.

domingo, 5 de febrero de 2012

La necesaria perestroika, por Iñaki Anasagasti: Senador de EAJ/PNV


Sabino Arana, un joven bilbaino de Abando, fundó el PNV en 1895 y, por tanto, el nacionalismo vasco. Lo hizo hace 117 años y resumió su propuesta en la frase "Euzkotarren Aberria, Euzkadi da", es decir: "Euzkadi es la patria de los Vascos". Incluía Navarra y la Euzkadi continental hoy llamada Iparralde. Pero Sabino Arana era católico y fundó un partido confesional, para unos de centro derecha, para otros de centro izquierda. Sin embargo, no hay más que ver las posteriores políticas sociales del Partido Nacionalista Vasco, que además parió al poco de la muerte del fundador el sindicato nacionalista ELA-STV, para evidenciar que la apuesta social está en el ADN del partido vertebrador de Euzkadi.

Este dato histórico e incontrovertible no gusta al mundo de la izquierda abertzale. Decirles que sesenta años antes que ellos hubo alguien que había descubierto la pólvora, la ikurriña, el Mediterráneo y hasta la nacionalidad vasca no les gusta un pelo y suelen hacer lo que haría un adolescente con su padre: ignorarlo. Y algo más. Sacarse de la manga un respetable nombre geográfico y cultural, pero no político y además permitido bajo el franquismo, como el de Euskal Herria. Ya está. Nada que recuerde los orígenes del nacionalismo en el txakoli Larrazabal. Hasta ETA se llamó "Euzkadi ta Askatasuna" y no "Euskal Herria ta Askatasuna".

Pero, para hacer más complicada la cosa, en aquel incipiente nacionalismo había los que querían subir las escaleras de cuatro en cuatro y los que abogaban por subirlas peldaño a peldaño. Todos querían llegar al mismo sitio, pero en tiempos diferentes y de ahí vinieron las separaciones de Comunión y Aberri y la acción del Jagi-Jagi en la República y en la guerra con sus batallones. Pero en la hora definitiva del fusilamiento, lo que gritaban unos y otros era "Gora Euzkadi Askatuta!".

Existía, sí, el Partido Comunista de Euzkadi, que tuvo su consejero en el Gobierno de Aguirre en la persona de Juan de Astigarrabia quien, a la caída de Bilbao, fue juzgado por su "compadrazgo con el gobierno Aguirre". Pero eran una minoría no determinante. El comunismo en Euzkadi ha existido, pero ha sido una fuerza testimonial.

Pasados los años y al calor de las revoluciones cubana y argelina y de aquellos conciliábulos cargados de ideología y de ejemplos de países no alineados, en los años 60, surge una ETA nacionalista que se va dividiendo en sus asambleas y en sus debates sociales. Había que liberar a Euzkadi, pero enganchándola a todos esos movimientos revolucionarios mundiales donde primaba lo social y se imponía como doctrina la dictadura del proletariado en sus diversas acepciones: marxismo-leninismo, troskismo, maoísmo, titoísmo y todos los ismos que dictase la revolución. No hay más que ir al archivo de Lazkao para comprobar cómo en la documentación allí almacenada y catalogada, reposan en letra escrita las miles de horas de discusiones y de empanadas mentales sobre estos temas que hoy duermen el sueño de los justos.

El marxismo, hasta el fin de la Primera Guerra Mundial, era una atractiva filosofía política y económica que daba una nueva interpretación a la historia universal. La Revolución rusa de 1917, por obra de Lenin, se convirtió en la base y razón de un sistema político dictatorial y cerrado verticalmente que nunca había pasado por la imaginación de Marx. Sobre esa fórmula se constituyó el partido bolchevique, luego el estado revolucionario y como consecuencia la Tercera Internacional. Era fundamentalmente un sistema autoritario de dominio y regimentación por una minoría que posponía para un futuro indefinido la realización de los ideales políticos que preconizaba. Ese sistema, con Stalin y sus sucesores, se fue convirtiendo en una chaqueta de fuerza donde toda posibilidad de libertad de pensamiento y de iniciativa individual llegó a desaparecer por completo. Contra esa opresión esterilizadora, empobrecedora y retardataria, y sus negativas consecuencias económicas y sociales fue que se anunció la perestroika de Gorbachov. Es también contra ese tipo de Estado y de gobierno que se levantaron los pueblos sometidos de la Europa Oriental. El marxismo-leninismo, que desapareció de Rusia, de la Europa Oriental y, en muchas maneras, de China, no parece conservar cierta vida y actividad sino en el Tercer Mundo.

El fenómeno del retraso ideológico ha sido una de las características del pensamiento de estos grupos. Las ideas nuevas han llegado generalmente con un retraso equivalente el lapso de una generación. Todo un cuerpo de concepciones, todo un vocabulario, ha comenzado a ser tan ineficaz y antihistórico como el muro de Berlín. Sería lamentable que se siguiera manteniendo un pensamiento y un lenguaje que ya pertenece al pasado en el corazón de Europa como ya denunciara en su día en una durísima controversia Manu Robles Arangiz en su folleto Un Caballo de Troya. Con la envoltura del nacionalismo movilizador de sentimientos, veía una ideología totalitaria como núcleo central agazapada y a la espera de su oportunidad. Todo un caballo de Troya.

KAS fue concebida desde su nacimiento como un instrumento para la revolución vasca por la "necesidad que tiene la Vanguardia (ETA) de articular un mecanismo delegado para la dirección política en la lucha de masas e institucional en esta fase del proceso de liberación nacional y social vasco". Pero a pesar de todo este farragoso mundo de análisis a la violeta, el resultado final ha sido que el pasado mes de octubre se anunciase un cese definitivo de la acción armada de ETA. Todo un fracaso. Tantas horas de lucubraciones mentales y de cubas libres ideológicos, para acabar como en 1977 se les pidió en Txiberta.

Pero empieza una nueva etapa. La de la política y la de la gestión. La de ocuparse de las basuras y hacer frente a la crisis. La del festival de cine y la presión fiscal. La de las realidades tangibles y, si bien es cierto que todavía hay obstáculos que vencer -la salida de Otegi de la cárcel, la situación de los presos, la desaparición de ETA, la legalización de Sortu-, el horizonte posiblemente quede despejado en los próximos años. Y la pregunta que se impone tras esto es: ¿qué modelo de sociedad presenta, además del nacionalismo, la llamada izquierda abertzale? ¿Marxismo-leninismo, socialdemocracia, Jagi-Jagi, eurocomunismo o qué?

De ahí que, desde Marx a Cayo Lara, la obsesión de este mundo lo constituye la unidad del proletariado o, como hoy se dice, cuando apenas existen proletarios al estilo del los tiempos del primer capitalismo, "la unidad de las izquierdas". Porque esta es la clave y meta de todas las consideraciones sobre autonomía, federalismo o autodeterminación que encierran sus programas.

Un jelkide exsenador me decía: "Sortu/Amaiur tendrá que encontrar su espacio ideológico en las corrientes del socialismo europeo, y no podrá ser el partenaire de un sistema bipartidista si pretende abarcar desde el marxismo-leninismo afín a las Brigadas Rojas italianas o la Acción Directa francesa hasta los empresarios de pymes y la burguesía nacional, como dicen ellos. Tendrán que hacer su Bad Godesberg como hizo el socialismo alemán bajo la dirección de Willy Brandt en 1959, abandonar sus planteamientos marxistas, y desarrollar un socialismo europeo homologable con el socialismo francés o el laborismo inglés".

Todo esto significa que en una década y sin violencia este puede ser un país normal. Y que nosotros seguiremos nuestro camino. No buscamos la unión de las derechas aunque nos clasifiquen de burgueses. Más aún. No tenemos el menor reparo en ir con la izquierda o con la derecha.

Aguirre, Irujo, Leizaola, Ajuriaguerra, Landaburu y su generación comenzaron la República aliados a la derecha navarra tradicionalista y carlista. Y la terminaron encabezando un gobierno de concentración con socialistas, comunistas, republicanos y anarquistas luchando contra gentes que venían en nombre de una Santa Cruzada.

Porque sin tanta teoría y dogmatismos ni pretensiones científicas, buscamos una verdad tan humana y tan simple como la libertad de un pueblo que quiere existir y vivir según su propio ser y voluntad. No en balde los Peces Barba y los dogmáticos de la Constitución española ven con evidente preocupación y malestar lo que está ocurriendo en Escocia. Tampoco por casualidad en Iparralde no hay ni un mal Departamento vasco. Pero mientras haya gentes que se sientan identificadas con su pueblo y lo amen más que a su cartera, seguiremos buscando la libertad. Que tengan claro el principio de que no solo de pan vive el hombre.