A finales del siglo XVIII los intelectuales franceses ya no creían en el origen divino del poder de los reyes. Los principios básicos que fundamentaban la concepción social eran la razón, la igualdad y la libertad. Este fue el origen de la Revolución Francesa (1789).
Me imagino que a los vascos de esa época no les costó mucho identificarse con estas principios, aunque sus estructuras políticas tuvieran su relación con las monarquías de la época.: recuerdo que los reyes de Castilla venían a jurar los fueros a Gernika y tras el juramento se les reconocía como tales, aunque al mismo tiempo se les reiteraba aquel dicho de “uno a uno somos tanto como Vos; todos juntos somos más que Vos”.
Aunque la monarquía francesa se resistía ante estos planteamientos, la situación crítica que vivía Francia obligó a su rey, Luís XVI a convocar los Estados Generales del reino, conformado por la Nobleza (1º estado), el Clero (2º Estado) y la Burguesía (3º estado). Como representantes de éste último fueron elegidos en Iparralde los hermanos Domingo Garat (1735-1799) y José Domingo Garat ( 1749-1833).
Ambos eran juristas. Domingo (Txomin) defendió ideas políticas como las siguientes: los reyes de Francia debían seguir ostentando el título de reyes de Navarra, se opuso a la constitución del departamento de Bearn que absorbería a Iparralde, se mostró a favor de la abolición de las órdenes religiosas, defendiendo al mismo tiempo al clero secular y al seminario de Larresoro por su defensa de la cultura vasca, etc... Su hermano, José Domingo, trabajó por la creación de una oficina de traductores al Euskera y la promulgación de un decreto de enseñanza bilingüe, por la constitución de un cuerpo de agentes secretos, que él denomino Observadores del Espíritu Público- y él fue también quien comunicó a Luis XVI su sentencia de muerte.
Poco pudieron hacer en la defensa de los Fueros Vascos de Iparralde. Quedaron definitivamente abolidos, aunque Napoleón jugó su estrategia de atracción de los vascos-franceses en su plan de conquista de España. Los hermanos Garat aprovecharon esta actitud presentándole el proyecto “Formación de un Estado Nacional Vasco bajo la Hegemonía de Napoleón”.
Está claro que Napoleón no lo tomó en consideración. Pero ahí está el testimonio histórico de una aspiración vasca, similar a las de muchos países que en esta misma consiguieron su independencia.
Josu Legarreta
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