El PNV se reivindica como el partido de la construcción nacional de Euskadi
Iñigo Urkullu reclama un nuevo estatus y rechaza que sea Madrid quien decida el futuro de los vascos
Los seis diputados con los que cuenta el PNV en el Congreso aterrizaron ayer en Foronda con las maletas repletas. Su equipaje lo conforman las 17 competencias arrancadas al Gobierno español, así como la protección jurídica del Concierto Económico, la presencia internacional de Euskadi en el Ecofin y las inversiones para proyectos estratégicos.
Como recuerdo de su viaje a Madrid han traído 1.264 millones de euros para Euskadi. La media del trabajo desarrollado por los jeltzales durante la última legislatura en las Cortes estatales se cifra en un millón de euros en logros por día. Una defensa de los intereses vascos que encuentra sus raíces en la histórica implicación del partido en la institucionalización de Euskadi, con la puesta en marcha de los principales instrumentos del autogobierno en los años ochenta desde el Ejecutivo vasco, a cuya cabeza se han situado desde 1936, durante el exilio, tras la llegada de la democracia y hasta 2009. El presidente del EBB Iñigo Urkullu lo dejó claro al poner en valor el proyecto del PNV para Euskadi tras 116 años "construyendo nación día a día" y forjando una estructura de país "sólida y consistente, que ninguna crisis pueda disolver".
En esa clave se expresó durante la celebración del Alderdi Eguna en las campas de Foronda ante un nutrido público que interrumpió a Urkullu con una ovación en el momento en que citó el proyecto de nuevo estatus para Euskadi. El burukide agradeció la presencia de los militantes y habló de "colas de dos kilómetros" para acudir al acto. "¡Y todavía siguen llegando coches!", exclamó. Los seis diputados jeltzales fueron objeto de menciones especiales e, incluso, fueron emplazados por el presidente de las siglas a tomar posiciones junto a él en torno al atril principal, ante el aplauso de los militantes -también dedicado a Uxue Barkos- y de una tribuna de autoridades -entre las que figuraban representantes de CiU, BNG y el Partido Demócrata del Kurdistán- que no dudaron en ponerse en pie.
El portavoz del Grupo Vasco en el Congreso Josu Erkoreka tomó la palabra para recordar que "nunca es fácil para un nacionalista vasco hacer política en Madrid". "Siempre se produce un choque de fondo entre los que defendemos que Euskadi es una nación, y los que conciben que solo hay una nación: la España única e indivisible. Pero hay que estar en todos los foros en los que se toman decisiones que afectan a Euskadi. Si no se tomaran esas decisiones, no iríamos. Pero, si se toman, sería una irresponsabilidad no ir, por duro que sea", sentenció.
la cita del 20-n La convocatoria del día del partido no pudo eludir la proximidad de las elecciones generales del 20 de noviembre, ante las que el PNV aspira a lograr más votos que hace cuatro años, así como a conseguir grupo propio en el Congreso y el Senado. Además, los jeltzales esperan abortar la eventual consecución de una mayoría absoluta por parte del PP para hacer valer su posición de fuerza y poder arrastrar al Gobierno español a favor de la defensa del autogobierno, como ya sucediera en los últimos cuatro años con Zapatero. El PNV seguirá apostando por la construcción de Euskadi y propone, incluso, trasladar ese propósito a su propio nombre, planteando a su militancia cambiar el término Nacionalista por el de Nacional.
Urkullu reivindicó el "orgullo" de un PNV que habría conseguido que Euskadi sea "más Euskadi" gracias a una profundización en el autogobierno y en el bienestar -gran parte de las transferencias pactadas, como la de políticas activas de empleo, cuenta con un impacto decisivo en la economía-. Además, puso el acento en los documentos que el partido ha trabajado de cara a su VI Asamblea de enero -Euskadi, nación europea y Trabajando el mañana-, que recogen la apuesta por un nuevo estatus, así como 242 medidas concretas contra la crisis. El proyecto de una formación que busca construir Euskadi como nación europea, ponerla en el mundo en pie de igualdad y alcanzar la paz y la concordia, así como institucionalizar el derecho a decidir y promover un nuevo acuerdo para los vascos de los siete territorios. En el plano económico, postula un pacto de cooperación por el empleo y la internacionalización.
Pero el jeltzale también alertó sobre una posible "vuelta atrás" en el Estado. "En 1978, ante la Constitución española, Ajuriaguerra declaró: el que calla, calla. Euskadi no otorga. Fuimos excluidos del consenso constitucional. Euskadi no otorga. Han intentado laminar el autogobierno con la Loapa, las leyes de bases, el café para todos y el vuelva usted mañana con las transferencias", lamentó, toda vez que recordó el rechazo a la propuesta de Nuevo Estatuto Político y a la reforma constitucional que perseguía contemplar el derecho de autodeterminación. "El bipartito español PSOE-PP está recuperando el centralismo, la imposición del rasero uniforme de la España una y única", avisó, para apelar a renglón seguido a un nuevo estatus político en base a los Derechos Históricos y el derecho a decidir. "No aceptamos que Madrid decida nuestro futuro. Para superar la abolición foral, es indispensable recuperar todos nuestros derechos", zanjó Urkullu.
El burukide, asimismo, recordó la máxima de Juan de Ajuriaguerra, "allí donde se juegue una parte del futuro de Euskadi, allí estará el PNV para defender los intereses de los vascos". Una apuesta por seguir sacando partido a la presencia en Madrid, en contra del proceder de PSE y PP, atados por el cordón umbilical de Ferraz y Génova, que limitaría su capacidad de contradecir a las direcciones estatales de sus formaciones. En este sentido, el socialismo vasco trató de negociar a la baja la transferencia de las políticas activas y criticó las "excursiones" de Urkullu a Madrid, al tiempo que López se encontraba de boda durante la votación de la protección del Concierto.
El PP de la CAV, por su parte, terminó tragando y votando contra ese refuerzo de la fiscalidad, tal y como pedía Rajoy, a pesar de que no obtuviera garantía alguna de que las comunidades limítrofes no fueran a volver a recurrir el Concierto. En cuanto a la actuación de Bildu, Urizar la resumió diciendo que iban a ir al Congreso para decir que quieren dejar de ir. Al respecto, Erkoreka matizó que lo del PNV no es la "política espectáculo". "Vamos a trabajar, y no a soltar nuestro discurso e inmediatamente retirarnos, como hicieron unos en el pasado, y como parece que volverán a hacer otros", dijo.