Markel Olano presentó al partido como el "cauce central" de la sociedad vasca y la "alternativa útil" del nacionalismo. Un argumento con el que instó a quienes defienden "el derecho a decidir" a "no desperdiciar ni un solo voto" para evitar el "desalojo" peneuvista de las instituciones. Durante un acto en Mondragón para presentar a los candidatos del PNV en la comarca, Olano insistió en la tesis de que PSE y PP conforman "un frente que quiere cambiar de raíz la voluntad" de la ciudadanía vasca y consideró que en los próximos comicios, "sin ningún recato", intentarán trasladar a los ayuntamientos y las diputaciones "lo mismo que hicieron en el Gobierno vasco". Por eso, alertó de que la "fragmentación" es la mayor debilidad del nacionalismo y urgió a evitarla. "Es hora de unir nuestras fuerzas", arengó, como antesala a la demanda de una "estrategia unitaria que vaya más allá de los partidos". Como guiño quizá para recabar el apoyo útil del entorno soberanista, el diputado general afirmó que el final de la violencia "es la prioridad absoluta" en este momento y que "actuar con responsabilidad significa apostar por la legalización de la izquierda abertzale". En este sentido, recalcó que la paz no puede ser "moneda de cambio para nadie". "Este país ha sufrido mucho y no vamos a dejar pasar esta oportunidad", avisó. Más allá de proclamas, Olano destacó también su gestión al frente de la Diputación, donde aseguró haber impulsado una "nueva cultura política basada en la colaboración". Destacó también que ha sido la legislatura de las carreteras y de una movilidad más sostenible, gracias al impulso del billete único. Afirmó, además, que el gasto social se ha incrementado un 60% y que en los dos últimos años se han llevado a cabo sendos planes anticrisis para "apoyar a empresas y fortalecer la competitividad de Guipúzcoa". Junto a Olano compareció en Mondragón el líder territorial del PNV, Joseba Egibar, quien coincidió en la "estrategia compartida" de PSE y PP, que están intentando controlar el panorama político a través de una ley, la de partidos, que "ya no tiene sentido", a su juicio. "Son instrumentos del pasado y hay que rechazarlos para definir el camino que debe recorrer el nacionalismo", manifestó.
