Entrevista íntegra al diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, realizada hoy en Onda Vasca desde el Aquarium de Donostia, en la que ha hablado sobre la actualidad del territorio
Vamos a hablar del turismo, porque los datos han sido bastante buenos en plena crisis, cuando todo el mundo se temía un poco lo peor y este el Aquarium donostiarra donde estamos, es uno de los grandes atractivos que tiene Donosti-Gipuzkoa. ¿Por qué está yendo bien, se esperaban estos datos más o menos optimistas?
Bueno ahí lo que sucede, seguramente, es que desde la perspectiva del tráfico, del turismo de cercanía pues seguramente la gente lo que está haciendo es dejar de lado viajes más largos y lo que hace es destinos como el País Vasco, Gipuzkoa en este caso, que están cercanos a Madrid, Barcelona, grandes núcleos, incluso algunos territorios franceses, pues es muy atractivo para viajes de fin de semana o vacaciones relativamente cortas, que sustituyen también viajes largos que en este momento la gente o no puede permitirse o por si acaso no aborda.
En cualquier caso es un buen dato.
Sí, y eso incide también en el hecho de que también poco a poco en el conjunto del país y también en Gipuzkoa se va estructurando la oferta. Nosotros desde luego en Gipuzkoa así lo estamos haciendo, al final estás paquetizando estancias y viajes e introduces cuestiones relacionadas con la naturaleza, con la cultura, con la gastronomía evidentemente, y poco a poco eso va calando en la gente, va sonando cada vez más que visitar Euskadi, visitar Gipuzkoa, visitar Donostia es muy atractivo desde diferentes puntos de vista.
Seguro que tenemos tiempo para hablar de las malas noticias, pero hay otra buena también, que es que ha incrementado el tráfico marítimo en el Puerto de Pasaia en los dos primeros meses de año. No ocurría ya además en un período largo, así que eso también va apuntando, suele ser un buen indicativo esto del tráfico de mercancías en los puertos para saber como va la economía.
Sí, parte además del gran tráfico de Pasaia tiene que ver con la automoción y es evidente que estos últimos meses la venta de coches y la dinámica en torno a ese sector se ha incrementado, pero siempre hay que tomar estos números con prudencia porque sabemos exactamente que ese incremento también se ha debido a unas ayudas que se han puesto sobre la mesa y todo ese contexto, tenemos datos efectivamente positivos pero tampoco podemos pensar que esto es jauja. Realmente todos tenemos la previsión de que este año va a ser duro y que tenemos que afrontarlo con mucha energía.
Vamos a ver Pasaia como vimos en ese montaje, claro estaba preciosa la bahía pero no deja de ser un montaje. Suponemos que además eso cuesta una inversión enorme que no se si ahora mismo las instituciones pueden afrontar con garantías.
Es una cuestión que tiene que abordarse por fases y con un recorrido relativamente largo. Además hay una cuestión que es muy importante. El hecho de que lleguemos a esa foto finish, que sería al final lo que pretende el Master Plan. El Master Plan es un instrumento para tener una idea cabal de adónde nos dirigimos en la regeneración del conjunto de la bahía de Pasaia. Para llegar a esa situación es evidente que primero lo que tenemos que conseguir es sacar la actividad económica que en este momento está dentro de la bahía de Pasaia, y eso no se consigue de un modo total sin construir un puerto exterior. Yo siempre suelo decir que la gente cuando dice que no se debía construir un puerto exterior tiene que ofrecer una alternativa al hecho de sacar la actividad económico del interior de la bahía. Y la única alternativa a la construcción de un puerto exterior es que esa actividad salga de nuestro territorio con las consecuencias sociales y económicas que eso acarrearía, que para mi son inasumibles. Entonces al final estamos hablando de una concatenación de pasos que hay que realizar para que se produzca esa regeneración integral. Es un ámbito complejo, es una especie como de puzzle en el que diferentes piezas tienen que encajar, y precisamente la idea, digamos el estudio que ha ganado por lo menos el concurso de ideas inicial para la puesta en marcha ya de un anteproyecto para la regeneración integral de la bahía lo que ha hecho es precisamente ha sido respetar cada uno de los ámbitos de la bahía, cada uno de los municipios y la personalidad de los diferentes núcleos urbanos y les da una salida a la línea de agua que para mi es muy atractivo, porque eso significa regenerar la bahía y también el conjunto de los municipios que viven alrededor de ella.
Ya decimos que no todo son buenas noticias. Ayer a las 10.30 de la mañana nos llamaba Eneko desde Eskoriatza, tenía 33 años, había heredado un pequeño taller de cerrajería que trabajaba sobre todo para Tesa, con seis empleados, ahora él mismo estaba de autónomo, incluso veía su propio futuro muy negro. Estaba prácticamente desesperado, y no era difícil ponerse en su caso como un ejemplo de lo mal que lo están pasando todas esas pequeñas y medianas empresas que dependen además de otras muy grandes, que aprietan todavía más en tiempos de crisis. Este es el verdadero problema, el rostro de la crisis también en Gipuzkoa.
Sí, nosotros no tenemos una estructura empresarial de empresas muy grandes, nuestra estructura mayoritaria es de pymes, incluso las empresas medianas que no son de un tamaño muy grande pero sí hay una red de empresas tractoras en el territorio de Gipuzkoa que arrastran un montón de actividad económica, pequeñas empresas y servicios. Lo que nosotros decimos es que en este caso, este año va a ser crucial desde la perspectiva del mantenimiento de esa red de empresas tractoras en el territorio. Y nuestra apuesta, hemos puesto en marcha un plan anticrisis relativamente hace un par de semanas, ya con decretos concretos, para apoyar esa estructura de empresas tractoras en el territorio porque si esa empresa se cae, evidentemente, la gente que en este momento, efectivamente, lo está pasando mal, no va a tener ninguna esperanza.
La verdad es que en la foto del otro día del Consejo Económico Asesor del lehendakari lo que faltaba era gran parte de nuestro tejido industrial, que eran las pequeñas y medianas empresas. Y pregunta uno, y quién vela por ellas, porque ahí estaban las grandes corporaciones.
Sí, nosotros en Gipuzkoa lo que tenemos establecido es una dinámica de colaboración público-privada con los representantes precisamente de esas empresas, empresas que son las tractoras del conjunto de las empresas, porque también está la Cámara de Comercio, pero al final el hecho de que esté Adegi allí representa y personifica una parte muy importante de esa estructura empresarial y evidentemente también el hecho de que esté Mondragón pues con ello ya se completa el conjunto, el corazón de la industria guipuzcoana. Y la colaboración que nosotros tenemos con esa vía Gipuzkoa-Aurrera, con esos ámbitos, pues nos hacen tener una visión muy cercana y muy actualizada de la situación de las empresas. Y precisamente eso nos ha llevado a considerar que este año, desde el punto de vista de los pedidos va a ser complicado, pero también desde el punto de vista financiero, las entidades financieras tampoco van a tener una situación boyante, que eso también va a afectar a las empresas. Y en ese contexto es en el que tenemos que actuar para salvar esa estructura que es crucial para el conjunto del territorio, los trabajadores del territorio y también toda una red de pequeñas empresas.
Bueno estábamos hablando de cómo rescatar un poco a esas tractoras, supongo que tendrá que tener también gran dosis de mano izquierda para ser también realista a la hora de decidir qué es viable y qué no es viable.
Sí, hay que introducir una serie de criterios para conceder esas ayudas y para salvar a las empresas. De hecho una parte del decreto que hemos aprobado, precisamente incide en la salvación, en la reestructuración de las empresas que están en un momento crítico. Y evidentemente hay que hacer un planteamiento empresa a empresa. Y cada una de las empresas tiene que mostrar su viabilidad futura, eso lo tiene que mostrar y demostrar, con un plan de viabilidad, pero también requiere un compromiso tanto de los que dirigen la empresa como de los trabajadores. Es decir, la Administración no puede hacer nada a favor de un proyecto si los propios gestores y los propios trabajadores en el proyecto no creen en el mismo. Y hay una serie de requisitos que tenemos que poner d e un modo evidentemente consensuado, pero sobre la mesa para que caso por caso vayamos salvando aquellos proyectos que consideremos cruciales para el territorio.
Bueno dentro de ese plan anticrisis también incluyen otro tipo de medidas casi todas van dirigidas de alguna manera a crear empleo de forma más directa o más indirecta. Llamaba la atención dentro de las medidas sociales un impulso o una iniciativa que quieren poner en marcha en torno a crear nuevas empresas para favorecer el empleo de colectivos en riesgo de exclusión, incluso que ellos mismos puedan crear esas empresas. En qué sentido se dirige esta iniciativa.
Al final el enfoque es el de pensar y constatar que los colectivos que más dificultades tienen en general, y en todo momento para acceder a un puesto de trabajo cuando llega un momento de vacas flacas, de crisis, son las personas que más dificultades tienen para acceder al puesto de trabajo._Entonces ahí de hecho ya, previamente ya existía toda una serie de programas en la Diputación que favorecía la inserción laboral de los colectivos con más dificultades. Ahí tenemos por ejemplo el ámbito del empleo femenino, el ámbito del parado de larga duración, los discapacitados, hay toda una batería de medidas que hasta ahora se ponían en marcha, pero lo que nosotros hemos hecho ha sido en crisis esos colectivos lo van a pasar peor por lo tanto necesitamos por parte de la Administración un instrumento reforzado para hacer frente a esa situaciones. La ventaja que tenemos en el territorio es que tenemos una amplia red de agrupaciones y de entidades sociales que desde la perspectiva de las políticas sociales tradicionalmente se ha implicado muchísimo y entonces la colaboración entre la Administración y esas entidades privadas con un ámbito, con un enfoque social y muy comprometido con realidades diversas, pues es lo que realmente da potencial al territorio y al enfoque en las medidas de política social.
Somos un país muy complejo en esto, Gobierno, Diputaciones, Ayuntamientos, en cuanto a las ayudas sociales. Parece que ha llegado el momento de poner un poco de orden, sobre todo ahora que no hay dinero para todo. El otro día el propio CES advertía que claro que alguien pueda estar sin trabajar cobrando por encima de los 1.000 euros o muy cerca, cuando el salario mínimo interprofesional está en seiscientos y pico euros, pues que puede desincentivar. Parece bastante lógico. Se va a tener que revisar todo este sistema para que no se dupliquen ayudas, para que no se superen ciertas barreras. Otra solución es subir el salario mínimo.
A mi lo que me preocupa es que las personas que estén cobrando esas prestaciones también tengan un determinado itinerario de inserción. Es decir que se puedan preparar y que luego puedan acceder a un puesto de trabajo, es lo que me preocupa. Por lo tanto las ayudas que reciban estén condicionadas también o por lo menos tengan esa tensión de prepararse que no consideren que esa ayuda es para toda la vida y que no requiera un esfuerzo personal de superación.
Está suponiendo un quebradero de cabeza la cuestión de los centros de menores tutelados.
Sí, hasta ahora por lo menos yo la lectura que hago es ha habido, yo no se exactamente tampoco voy a mirar otros territorios, ni los voy a acusar, pero sí ha habido una diferencia terrible en la venida, digamos en la llegada de esos menores no acompañados de origen extranjero y que en algunos territorios, en algunas comunidades autónomas pues prácticamente no tienen ningún caso y en otras, por ejemplo en la CAV, y en Gipuzkoa fundamentalmente estos últimos tiempos pues ha habido un aluvión. Y nosotros desde el punto de vista del territorio de Gipuzkoa las políticas sociales han tenido que adaptarse a esa situación y les ha costado un momento de transición pero yo tengo la constatación en este momento de que ya tenemos una estructura bien asentada, estamos haciendo frente a la situación y evidentemente por un lado las personas que en este momento vienen en condiciones, realmente algunas muy problemáticas, pues tienen una serie de derechos pero también tienen una serie de obligaciones. Eso lo hemos dicho constantemente y es cierto que en las cuestiones que tienen que ver con la seguridad del conjunto de la ciudadanía se tienen que enfocar desde un punto de vista de colaboración interinstitucional. Lo que no se puede pretender es que esta cuestión la resuelva exclusivamente la Diputación, porque la Diputación sólamente tiene un ámbito competencial y las cuestiones que tienen que ver con la seguridad pues tiene que tratarse de la mano de la Ertzantza, del ámbito jurídico, del Gobierno vasco en general. Se tiene que establecer un mecanismo de colaboración interinstitucional para afrontar la situación. En todo caso yo sí tengo la constatación y la impresión de que en Gipuzkoa la estructura necesaria para hacer frente al problema está ya establecida y consolidada.
Si me permite la expresión le han dado la del pulpo en España, por poner la placa esa a propósito de la bandera española. Se lo esperaba claro.
Sí, sí me lo esperaba pero al final es el mundo al revés porque en contra de la decisión mayoritaria y la opinión mayoritaria de la ciudadanía de Gipuzkoa pues recibimos una sentencia por parte del Tribunal Supremo que nos obliga a poner la bandera española en la Diputación y nosotros lo que decimos es que ante esa imposición, que es al final una decisión judicial contraria a la libre decisión de la ciudadanía pues nosotros lo que tenemos que decidir es primero acatar o no acatar esa decisión y no acatarla pues al final te introducen en una serie de consecuencias jurídicas muy graves.
No se si han abierto brecha. No se qué va a pasar en otras instituciones donde también sucede exactamente lo mismo.
Nosotros lo que dijimos en el territorio fue ante esa imposición nosotros evidentemente vamos a acatar esa imposición pero vamos a ubicar ese símbolo en su contexto. Algunos símbolos sirven para unir en la medida que representan a la voluntad mayoritaria de la ciudadanía y otros sin embargo se constituyen en símbolos de imposición en la medida que son instrumentos puestos en marcha en contra de la voluntad. Entonces lo único que hicimos es reflejar eso en una placa frente a la Diputación y consideramos que es una estrategia y es un paso que pueden dar también el resto de instituciones. Además lo dijimos en el propio acto, invité al resto de instituciones a nivel territorial en Gipuzkoa para que hicieran lo mismo. Fundamentalmente yo creo que es a nivel municipal algunos ayuntamientos ya han comenzado a recibir requisitorias por parte de la Delegación del Gobierno y eso al final te lleva a la misma situación a la que ya ha llegado la Diputación.
Bueno estamos tres cuartas partes de legislatura y lo que ha pasado en esta legislatura entre otras cosas es que se han ido fraccionando mucho los grupos políticos y el panorama político en Gipuzkoa. Cree que en la siguiente electoral esto puede asentarse, tomar poso, clarificar quizás, no tanto como uniformizar pero sí clarificar porque es un poco complicado gobernar con escisiones, no escisiones, gente que no ha pasado todavía por las urnas, ilegalizados también.
Yo hago una reflexión general, no podemos olvidar esa situación, que tiene que ver más con la coyuntura general del país. Es decir nosotros tenemos en este momento un Gobierno vasco constituido también expresamente dicho para arrinconar al nacionalismo de las instituciones, se puso en marcha el Gobierno vasco en una coalición PSE-PP con ese objetivo, ese objetivo se ha logrado en el Gobierno vasco a nivel de la comunidad autónoma, pero expresamente se dice y se ha dicho más de una vez que se pretende extender al conjunto institucional, tanto a nivel foral como a nivel municipal. Lo único que yo hago el planteamiento que hago es si esa estrategia existe y se pone en marcha y es indiscutible porque ya tenemos esa primera constatación en el del Gobierno, qué es lo que tiene que hacer el nacionalismo ante esa situación. La primera constatación es que el nacionalismo se tiene que poner de acuerdo en una serie de bases políticas y éticas que son indiscutibles. Una de ellas, un posicionamiento frontal en contra de la violencia terrorista de ETA. Eso sería un ámbito ético en el que el nacionalismo tiene que ponerse de acuerdo. Y segundo, dar una serie de pasos para hacer frente a esa estrategia que pretende arrinconar en este caso en Gipuzkoa a una visión mayoritaria desde el punto social y político. Ante esa situación qué tenemos que hacer, pues primero ponernos de acuerdo en la necesidad de establecer unas bases comunes y en la medida en que pongamos esas bases comunes luego tiene que producirse también una serie de avances que nos lleven al ámbito institucional de un modo acordado.
Pero no está hablando de coaliciones electorales. O sí.
Yo lo que estoy hablando es que tenemos que comenzar un proceso de reflexión en torno a esta cuestión y que evidentemente esa reflexión tienen que llevarla a cabo los partidos políticos, se tienen que poner de acuerdo. En mi opinión yo por lo menos me quedo en el establecimiento del principio, luego cómo se lleva eso a la práctica corresponde a los partidos políticos, yo no voy a entrar a esa cuestión.