"El PNV es el partido que lidera la construcción social y nacional de este país"
Joseba Egibar (Andoain, 1959) sitúa a su formación entre la pretensión de PP y PSOE de que el PNV sea el "dique de contención" de la izquierda abertzale y el objetivo de estos de que los jeltzales "renuncien" al camino liderado en los últimos diez años
Vitoria. Lo que usted o Markel Olano desean para el futuro es, según Patxi López, una "vuelta al pasado".
Él dice que en estos dos años las cosas han cambiado mucho. Sí, pero a peor, porque se ha retrocedido en materias de gestión y en algo fundamental: en la consolidación democrática. No sé qué oposición esperaba del PNV, pero está siendo seria, rigurosa y constructiva para que, con independencia de quién sea el inquilino de Ajuria Enea, este país no retroceda. El PNV lidera la construcción social y nacional de este país. Instalarse en el no permanente y negarse a nuevos consensos fue lo que hicieron PSE y PP en la legislatura pasada: a eso le llaman "crispación", pero lo que la provoca es la prohibición, como la del Plan rechazado en Madrid.
Se cumplen dos años del Gobierno López. ¿Cómo los valora?
Se ve superado por los acontecimientos y problemas sectoriales (Educación, Sanidad, Ertzaintza…). Era tal la suficiencia y la arrogancia de los dos partidos, que se permitieron el lujo de no presentar un programa de gobierno, el plan estratégico que tiene toda empresa de este país, pensando que con el programa electoral tenían solución. Intentan tapar vías de agua que hay en el día a día y eso les absorbe. No hay esa perspectiva de decir: "¿Por dónde debemos caminar?".
Una de las críticas ha sido el liderazgo. ¿Se lo ve al lehendakari?
El liderazgo se tiene o no, no se compra en un supermercado. En el día en el que es consciente de que es lehendakari con el PP y sin izquierda abertzale, el objetivo estaba cumplido. Algunos, como Eguiguren, pretenden que lidere otras facetas como la paz. Buscan aderezar un perfil, pero un líder no se improvisa. Una simple aproximación a López te lleva a la conclusión de que representa a un pueblo en el que no cree. Dice que hay "ciudadanos vascos", pero no pueblo como sujeto de derechos.
Hablando de liderazgo, ¿cree que López lo tiene comprometido tras la defensa de la delegada del Gobierno en Perú y Chile, Ana Urchueguía, que hizo en el Parlamento?
Se comprometió mucho personalmente. Tal y como respondió a todas las preguntas que le hizo Andoni Ortuzar, se compromete mucho, en una situación, en una gestión de la delegada que, por las informaciones aparecidas, hay más que materia opinable. Veremos qué recorrido tiene.
Con más problemas se le ha visto a López en el encaje de la relación Zapatero-Urkullu. ¿Los acuerdos han sido positivos?
Para el autogobierno han sido claramente beneficiosos. Ocurre que tenemos a un PSOE que está en la prórroga de las prórrogas de su gobierno. En ese contexto, introdujimos la pacificación y la normalización, porque si se dan las condiciones que creíamos necesarias e imprescindibles para caminar hacia la paz y normalización, era preferible contar con una disposición favorable del presidente del Gobierno.
Un Ejecutivo socialista "en prórroga". ¿Prevé generales anticipadas?
Eso es lo que dicen quienes visitan la capital del reino, que dependiendo del resultado de las municipales y autonómicas en España, Zapatero, a quien desde las filas socialistas se le emplaza a que aclare su futuro, pudiera tener el final de la prórroga. Es pura reproducción de los esquemas que por allí circulan.
¿A qué le suena la frase del lehendakari de que "no se puede estar jugando todo el día a poner una condición diferente" para legalizar?
Es una respuesta espontánea, pero en el fondo hay una inseguridad. Puede ser lógico que cada uno se pronuncie en función de sus análisis, pero los datos para esos análisis los incorporan a toro pasado. Cuando hace quince meses se detiene al embrión de esta fase política, el Gobierno dice que estaban urdiendo la trama de ETA. Cuando Eguiguren introduce en la olla de ebullición socialista otros ingredientes -siempre con retraso-, dicen cosas que suenan a novedosas en esa trayectoria del PSE, pero viejas en la sociedad.
¿Encuadra aquí las vueltas que ha dado lo relacionado con Sortu en el Parlamento esta semana?
Iñigo Urkullu interpela a López por su entrevista en Público y le emplaza a hacer algo juntos. El miércoles registramos una interpelación y el PSE también registra una iniciativa. El PP le requiere y, a las 23.50 horas, Basagoiti entra en un programa de Intereconomía diciendo que la propuesta del PSE está retirada, a lo que Pastor responde que no, que retrasada. En la misma secuencia, Ares dice que no se va a tratar. Es un zigzagueo en el que pierden el norte y llegan tarde. Alguien está jugando a poli bueno y poli malo.
¿Sortu debe ser legal?
Debe estar en las elecciones. No voy a hablar de planes B, porque sería admitir que el debe ser no ha podido ser. A nosotros nos toca hacer pronunciamientos políticos y hay quien se escuda en el "que decidan los tribunales". Ha sido el legislador quien ha promulgado y perfeccionado la ley para evitar que un partido fuera a las elecciones y controlar el panorama político vasco. No cabe esa doble moral de decir que se pone todo "en manos de los jueces" y pedir "respeto" a lo que digan, porque interpretarán lo que se ha puesto.
Usted dijo sobre ETA en diciembre que "ésta es la buena".
La buena en el sentido en que alguien ajeno a la propia ETA decide sobre ETA. El punto de gravedad de la toma de decisiones del conjunto de la izquierda abertzale se ha visto modificado. Gente que se dedica a la política, a la economía, a la sociedad y que se sitúan dentro de la izquierda abertzale le han dicho a ETA: "Se ha acabado". Si decidiera seguir, sería la disidencia. Se ha producido un cambio histórico: el 7 de febrero es el día en el que la izquierda abertzale decide el final de ETA. El final como tal ya veremos cuándo se produce, porque hay temas a desarrollar.
Hablemos del PNV. Una incógnita despejada es que no habrá acuerdo con H1! antes del 22-M.
Les hicimos llegar nuestra oferta el 17 de diciembre. Ha habido matizaciones y ellos han dado a conocer que su opción natural y legítima es la de concurrir como formación política, porque se estrenarían en una contienda. Ya habrá tiempo para colaborar.
¿Cuáles han sido los obstáculos?
No se trata de recrearlos, pero ellos hablaban de la necesidad de una coalición. Desde el primer momento se les dijo que no, incluso antes de que se constituyeran como formación política. Se les hizo llegar una reflexión respecto al escenario distinto que se crea cuando la relación es orgánica a cuando se crea un partido. Evidentemente, tienen perfecto derecho de constituir el partido y presentarse a las elecciones.
Sin H1!, ¿el entendimiento vendrá de la mano de Aralar?
Yo no haría futurología. Las elecciones son especialmente importantes si todas las expresiones políticas pueden concurrir, porque tendremos una foto completa. Después, veremos qué fortaleza exhibe cada uno y confiamos en la nuestra. Vamos a liderar la formación del nuevo gobierno en Gipuzkoa. Aralar, con nosotros o con otros, tiene la posibilidad de coger responsabilidad de gobierno. Hay formaciones que tienen vocación de oposición, que no dan ese salto. No sé si Aralar ha realizado esa reflexión pero, en cualquier caso, es una formación del espectro político.
Suele decir que PP y PSE intentarán extender el pacto de 2009. ¿Por qué?
Porque obedece a esa estrategia de Estado. Cuando López dice en Madrid que hay gente del PNV que todavía pretende "agitar banderas de división" como el derecho a decidir, significa que la razón de ser de esa coalición persiste. Y acierta: pensar que ese derecho es una materia prohibida es querer caminar en la dirección contraria en la que la inmensa mayoría de este pueblo pretende caminar. Esa estrategia de Estado pretende conseguir tener, dentro del nacionalismo, a una formación que pueda sentirse a gusto en un escenario de autogobierno incumplido-a-negociar cuando todas las prórrogas han pasado. Quieren a un PNV domeñado, en un escenario en el que el PNV sea el dique de contención de una izquierda abertzale que pueda tener unas pretensiones más allá del actual marco. El PSOE pretende otorgarle al PNV el papel de controller del nacionalismo: "Te ayudo, te cebo, para que hagas de dique de contención de eso que viene". Hace diez años se invirtió el esquema: el nacionalismo institucional, como consecuencia natural del autogobierno, propuso dotarse de un estatus de relación que exige respeto. A eso le llaman "división" y negarlo es la "normalidad". Normalidad para el que pretende imponer.
A final de año se renueva el EBB. ¿Se presenta menos convulso que las anteriores?
Podemos hablar de épocas pasadas, pero para el actual EBB partíamos de un consenso necesario e imprescindible que ahora se tiene que producir para, de una forma ordenada y compacta, seguir dirigiendo el partido y la gente que en su nombre está en las instituciones.
Una de las primeras decisiones importantes que deberá tomar ese EBB será la designación del candidato a lehendakari del PNV.
En el tiempo está más adelante, pero algunas decisiones se pueden adelantar de forma natural. Superadas las elecciones municipales y forales, se pueden abordar estas cuestiones. La ciudadanía en general y la afiliación en particular quieren algunas incógnitas despejadas para poder caminar de una forma más txukuna.
¿La designación del candidato a lehendakari es una de ésas?
Es una de las que hay que abordar. No se puede esperar a vísperas de las elecciones, máxime cuando, como en las últimas, que las ganamos con más de 80.000 votos sobre el PSE, ganará el candidato del PNV.
¿Tiene un perfil en mente?
Tengo en mente, pero es mi perfil.
Habla de las de 2009. ¿Descarta recuperar a Juan José Ibarretxe?
Ibarretxe dijo lo que pensaba y ahí está su decisión, pero es evidente que mucha gente le vería como candidato. Otra cosa es que él quisiera, porque definió su presente y futuro en aquella primavera del 2009. Eso ya se verá. Tenemos que ir con absoluta naturalidad, poner las candidaturas sobre la mesa y tirar con lo mejor, porque tenemos dónde elegir.
