jueves, 10 de febrero de 2011

SABINO ARANA Y LAS MUJERES EN LA SOCIEDAD ARGENTINA

Desde hace varios años mantengo una entrañable costumbre de intercambiar libros con una amiga argentina: ella me regala alguna publicación sobre aspectos históricos de Argentina y por mi parte le correspondo con alguna otra sobre Euskadi.

Uno de los últimos se titula “Mujeres en la sociedad argentina – Una historia de cinco siglos”, de Dora Barrancos. Lo he leído con gran interés en un plácido clima navideño de Canarias. Y recomiendo para quien quiera reflexionar sobre lo que implica el concepto igualdad de derechos.

Su lectura incluso me resultó oportuna por los datos que aporta sobre las actitudes sociales machistas tan generalizadas y vigentes durante siglos e incluso hoy en día. Por mi parte se lo he recomendado a un amigo que reiterativamente me suele recordar, escandalizado, que Sabino Arana dejó a su novia para casarse con una vasca, como si hoy no se dieran, y bastante generalizados, los planteamientos clasistas, incluso racistas, en la conformación de parejas o matrimonios.

No pretendo justificar ninguna actitud machista de Sabino Arana, ni de ninguna época. Pero podría aplicar al caso la respuesta que en una oportunidad me dio Fidel Castro cuando le pregunté si su padre fue o no capitalista: “Fue hijo de su tiempo”, me respondió. También Sabino lo era, al igual que todos los otros líderes contemporáneos suyos, sin excepción.

En una fecha como la del Día de los Enamorados(as) importa sin duda mucho más el interés y esfuerzo que deberíamos realizar los nacionalistas para que en la sociedad de nuestro entorno y en nuestras vidas personales logremos definitivamente la igualdad de derechos, obligaciones y oportunidades de todos y todas.

La reivindicación de la igualdad de la Revolución Francesa (1789) no ha realizado todavía más una reducida parte de su recorrido: todavía en fechas recientes las mujeres precisaban de la autorización paterna para contraer matrimonio, no podían administrar sus propios bienes o tener una cuenta bancaria, o cursas estudios universitarios. Y no hablemos de los maltratos o de las obligaciones domésticas y familiares.

Como nacionalista, me siento avergonzado de todas estas injusticias. Como ejemplo, aporto un pequeño cuadro de la historia del sufragio femenino en los países supuestamente más progresistas:


*País
1)Derecho masculino al voto en elecciones nacionales
2)Derecho femenino al voto en igualdad al masculino
*Nueva Zelanda1)1879 2)1893
Australia 1901 1902
Finlandia 1906 1906
Noruega 1898 1913
Dinamarca 1902 Desde 1908 si tenían 25 años y pagaban impuestos
Uruguay 1830 1917
Alemania 1867 1919
Suecia 1909 1919
Países Bajos 1919 1919
USA 1868 1920
España 1869 1933
Francia 1848 1944
Argentina 1912 1947
Suiza 1848 1971

Si Nacionalismo es, primer lugar, reivindicación de más democracia y mayor calidad de vida, debemos luchar para que la desigualdad de género no sea más que un recuerdo negativo del pasado.
Josu Legarreta
Lega.loa@euskalnet.net