El líder jeltzale marca como objetivo superar en votos al pacto PSE-PP el 22-M
Bilbao. Las sucesivas encuestas no levantan la nota del lehendakari Patxi López, que se queda con un suspenso de la ciudadanía en un diagnóstico que comparte el PNV. En el umbral del ecuador de la legislatura, el presidente del Euzkadi Buru Ba-tzar, Iñigo Urkullu, otorgó una calificación por debajo del aprobado a la gestión que vienen realizando López y su Gobierno. Una calificación que colocó incluso varios enteros por debajo en lo referido al desarrollo del autogobierno, materia en la que el líder jeltzale concedió un "cero absoluto" al Gabinete socialista. "Ni señales. ¿Alguna mención al cumplimiento íntegro del Estatuto? O negociamos las transferencias nosotros o aquí no se mueve nada. Del nuevo marco del que hablaba hace dos años ni se acuerda", aseveró Urkullu, reivindicando el papel que ha desempeñado su partido para arrancar al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero nuevas competencias, entre ellas la de las políticas activas de empleo.
En la presentación de Xabier Agirre como candidato a diputado general de Araba, el presidente del EBB analizó las diferentes áreas de gestión de un Gobierno sustentado en un pacto, el de PSE y PP, que, destacó, "no funciona, pero se extiende". "En lo económico, Euskadi ha multiplicado su deuda por seis, tenemos un 35% más de paro que en 2008. Más deuda y más paro. Y menos inversiones. Tres suspensos. En la gestión del Gobierno: recortes, tijeretazos y parálisis en Sanidad, Educación y Servicios Sociales; encefalograma plano en Cultura y marcha atrás en euskera. Cuatro suspensos", resumió. Y añadió la acción política como otra de las áreas en las que los socialistas no merecen el aprobado, en este caso porque López "sigue con su papel en blanco. Se reúne con los partidos en reuniones discretas anunciadas públicamente y presenta conclusiones sin que las conozcamos". En el ámbito de las relaciones institucionales tampoco salió bien parado el mandatario del PSE, que, recordó Urkullu, se reunió el 24 de mayo con el diputado general de Araba y este último "todavía no ha recibido ni el acta" del encuentro. "De la producción legislativa, ni hablamos. De los 24 proyectos de ley que iba a presentar el año pasado, presentaron tres y 21 se han quedado en el cajón. ¡Mejor en el cajón, porque para lo que argumentan al presentar alguna de ellas, como la Ley de Cajas!", sentenció.
Ahondando en estas cuestiones, el líder jeltzale apuntó que con este bagaje no es de extrañar que las encuestas suspendan la labor del actual Gobierno vasco e ironizó acerca de las declaraciones de López asegurando que la sociedad no suspende el pacto PSE-PP: "¡Eso sí que tiene gracia!". Sobre esta cuestión, apuntó que el lehendakari niega los resultados de los sondeos porque tiene una deuda pendiente con los populares, una deuda que se llama Araba, su Diputación, y que será el regalo que los socialistas quieran hacer el 22 de mayo a su socio preferente.
Urkullu se refirió al pacto que sustenta al Ejecutivo vasco en estos momentos para ligarlo a tiempos pretéritos -"mira al pasado porque es el pasado"- y contraponerlo con la opción de futuro que representa el PNV, que tiene como reto "superar por un voto" al pacto PSE-PP.
Corrupción en el PP y Psoe En un territorio en el que se ha querido extender la sombra de duda sobre la honestidad del PNV, el líder jeltzale defendió la integridad de su formación y sus representantes, al tiempo que recordó la actitud que han tenido socialistas y populares respecto a los casos de presunta corrupción cometidos por sus militantes y dirigentes. "El lunes pasado, un diario de ámbito estatal reflejaba que ni el PSOE ni el PP evitaban que en sus listas figuren personas imputadas en procesos judiciales. Imputados por corrupción en las listas de socialistas y populares -Galicia, Madrid, Valencia, Extremadura, Baleares...-. ¿Y qué dicen los socialistas y populares? Nada. Callan. No han respetado la presunción de inocencia del PNV. Pero hemos actuado y ese es nuestro compromiso", concluyó a este respecto.
Además, el presidente del EBB se refirió a la oportunidad de un nuevo tiempo político, de "un nuevo futuro", ante el que PSE y PP "se miran de reojo y ni se mueven. Hacen como que no pasa nada. Están a otra cosa. Están en Madrid". "Pero sí pasa. Y mucho. Pasa que el PNV ha ofrecido un tiempo de estabilidad. Un tiempo para un nuevo tiempo. Para conseguir el anhelo colectivo de la paz y de la normalización. Esa es la normalidad de verdad que quiere Euskadi. Pero, atención, nadie nos va a regalar nada. El PSE y el PP están pendientes de Madrid, están allí, no aquí. Nuestro reto es superarles. Si les superamos, el futuro estará aquí", zanjó.