lunes, 9 de mayo de 2011

"El PNV está dispuesto a arriesgarlo todo por la paz y por la nomalización"


Iñigo Urkullu Presidente del EBB del PNV
"El PNV está dispuesto a arriesgarlo todo por la paz y por la nomalización"
Urkullu es consciente de que la izquierda abertzale es uno de los adversarios del PNV en las urnas, pero no se lo pensó dos veces a la hora de abogar por su legalización. Está dispuesto a realizar el máximo de los esfuerzos para posibilitar el fin de la violencia y avisa: no caben cálculos electorales
El presidente del EBB Iñigo Urkullu está satisfecho. No por Bildu, sino por la sociedad vasca. Diez años después, y tras la decisión del Tribunal Constitucional, la CAV celebra unas elecciones presididas por la participación política plena.

Tras la sentencia del Supremo sobre Bildu, el PNV dio por suspendidas sus relaciones con el PSOE. ¿El fallo del TC cambia algo?

Necesitamos volver a hablar y contrastar qué ha sucedido antes de la impugnación por parte de la Abogacía y de la Fiscalía General del Estado. En todas las conversaciones con el PSOE nos basábamos en una nueva esperanza y me he visto sorprendido por las manifestaciones desde voces autorizadas del Gobierno español en relación a que la estrategia de Bildu era la estrategia de ETA, y creo que eso ha podido condicionar el proceso judicial. Una vez conocida la sentencia del TC, necesitamos sentarnos a hablar. Si bien es verdad que estamos ante un final de legislatura del PSOE y que hay que afrontar la crisis, es necesario hacer frente a pasos que puedan reafirmar la apuesta por la paz, la normalización y la convivencia.

“Zapatero me trasladó que sería conveniente que volviéramos a sentarnos, y yo estoy dispuesto a hablar”
Zapatero le llamó después de la sentencia del TC. ¿Qué le trasladó?

Esto mismo. Que sería conveniente que volviéramos a sentarnos, y yo estoy dispuesto a hablar.

“ETA debe anunciar su cese definitivo. Parece que estamos atendiendo a pasos paulatinos, espero que progresivo
¿Qué gestos espera del PSOE de cara a la paz y la normalización?

En la paz, la responsabilidad es de ETA. Debe anunciar el cese definitivo. Parece que estamos atendiendo a una estrategia de pasos paulatinos, espero que progresivos, con el anuncio de la cancelación del llamado impuesto revolucionario. Los demás tenemos que saber si tenemos algo en nuestras manos para hacer que la izquierda abertzale que quiere hacer política tenga solidez para plantarse ante ETA. Que el compromiso con el rechazo a la violencia, el que tuvo al presentar unos estatutos, sea firme. Uno de los pasos para hacer posible que no tuviera tentaciones de volver atrás era la posibilidad de participación política en las elecciones. Luego hay otros, como la política penitenciaria, la reconciliación, la reinserción, y ver cuáles son las opciones que se pueden dar entre el Gobierno y entre otras instituciones.

¿Cree que el PSOE va a dar pasos con las elecciones generales a la vuelta de la esquina y con un PP que se ha convertido en su sombra?

He hablado con unos y otros, y unos y otros dicen que no puede plantearse esta cuestión con el ánimo de rédito electoralista, pero lo que luego hemos visto es que, sobre todo el PP, ha utilizado la política antiterrorista como arma arrojadiza contra el PSOE. Si estamos abocando este contexto al final definitivo del ciclo de ETA, no hay por qué esperar a que termine una legislatura y empiece otra. Si no está sujeto a cálculos electoralistas, es un trabajo permanente que hay que hacer para que, cuanto antes, la sociedad pueda gozar de la ausencia definitiva de la violencia.

Si no diera pasos, y tras las generales, ¿el PNV vería difícil apoyar la investidura de su candidato?

No sé cuál va a ser el resultado de las elecciones pero nosotros, como PNV, y lo hemos hecho en el acuerdo presupuestario para este año 2011 en el Estado, vamos a plantear un tiempo para la pacificación, pero también para la normalización y la convivencia democrática. Plantearemos avanzar en el cumplimiento del autogobierno del que nos dotamos hace ya 31 años, pero también con apuestas a futuro, sin poner límites a la voluntad de la sociedad vasca. Todo esto va a estar presente siempre en el planteamiento del PNV ante quien sea. El PSOE o el PP.

En el mitin de inicio de campaña, usted dijo que se abría una oportunidad para la paz y la normalización. ¿A qué está dispuesto el PNV?

A lo que ha estado dispuesto siempre: a arriesgar todo por que la sociedad vasca pueda gozar de ese tiempo de ausencia definitiva de la violencia. El trabajo que ha hecho el PNV no lo ha hecho por Bildu, sino por la sociedad vasca, que se merece poder gozar de ese tiempo de ausencia de la violencia, y eso viene también desde la deslegitimación y desde el no victimismo por parte de la llamada izquierda abertzale. Para la paz, estamos dispuestos a lo que estamos practicando: la defensa de la memoria de las víctimas; la justicia desde el cumplimiento de las penas pero también desde el respeto a los derechos de las personas privadas de libertad, en las cárceles más próximas a sus lugares de origen o residencia; los trabajos en ámbito internacional para que todos podamos ayudar con programas de reinserción y de reconciliación; los programas formativos y, además, todo lo que se nos plantee por parte de los grandes partidos a nivel de Estado.

El viernes dijo que el PNV había hecho cosas para facilitar la legalización de Bildu que se podían contar, y otras que no. ¿Puede concretar?

No. Ya sé que decirlo así puede provocar interpretaciones como que se han hecho con el Gobierno español o con la Justicia. Lo que no está escrito y no se puede decir no es solo algo que afecte al Gobierno español o al PSOE. Creo que con eso está todo dicho. Se puede interpretar también que hemos hecho cosas desde reflexiones y muchas reuniones que han sido muy discretas. Hemos hecho cosas también con otros mundos.

¿Cree que EA se ha reunido con ETA?

No tengo la certeza de que se haya reunido, más que lo que ha sido ese informe presentado por la Fiscalía, de una manera también un tanto extraña, en la víspera de la reunión del Constitucional como una prueba más. No tengo ningún elemento pero, por tanto, tampoco puedo desmentir. A la luz de la traducción de uno de los informes incautados a ETA, quizás ha habido un error en la interpretación de que hubiera podido estar reunida con ETA determinada persona, pero no ha sido desmentido que EA hubiera estado reunida con ETA. No me extrañaría.

¿Tampoco lo desaprobaría?

No. Siempre hemos defendido que hay que hablar con todo el mundo. Hay una diferencia sustancial entre hablar, negociar y acordar. Pero entiendo que se habla para hacer los planteamientos que uno quiere hacer, y no para escuchar solamente al que está enfrente.

¿El PNV también hablaría?

Lo hizo en el pasado, y no hemos visto en estos momentos ninguna necesidad de hablar con ETA porque ya lo hicimos, y hemos visto la evolución de ETA desde las conversaciones que el PNV tuvo en 1997 y 1998.

La sentencia sobre Bildu ha provocado que el PP hable de romper su pacto con el PSE en Lakua.

Todas las líneas rojas que el PP venía diciendo que ponía al PSE se han ido traspasando salvo esta, que se ha insistido en decir que era la verdadera línea roja. El PP parece que, a nivel de España y también desde voces autorizadas vascas, hace la interpretación de que se ha traspasado. Lo que ha dicho el presidente del PP Antonio Basagoiti es lo que le compromete al PP. En todo caso, yo creo que el pacto PSE-PP es un pacto del pasado y que, sea cual sea la decisión que adopte el PP, ese pacto no ha hecho más que mirar al pasado y hoy, con la resolución del TC, tenemos una oportunidad de mirar al futuro.

Las tiranteces se producen justo ahora, cuando la irrupción de Bildu les aleja de la mayoría en las instituciones y hace que el pacto no les sirva.

Sí. Quizás aquí es donde cobra fuerza la denuncia que hacemos nosotros, y que es que el PP y el Partido Socialista han intentado condicionar estas elecciones. Detrás del gran discurso de vincular la no validez de unas candidaturas con la lucha contra el terrorismo, es evidente lo que estamos viendo en el Parlamento Vasco.

En cualquier caso, ¿el rifirrafe puede afectar a la continuidad de López?

Lo que querríamos es que Patxi López, como lehendakari, fuera consciente de que, si hay una representación de la autodenominada izquierda abertzale en las elecciones, hay una anormalidad en la composición del Parlamento. Me plantearía una seria reflexión: si realmente estoy siendo el lehendakari de todos los vascos elegido por la representación completa en el Parlamento.

Entre contentar al PP y a la sociedad vasca, ¿con qué se quedará?

No lo sé. Si su obsesión es la de seguir siendo lehendakari a costa de todo, tiene que pasar necesariamente por contentar al PP.

También en materia de pactos, ¿el PNV contempla alguna posibilidad de gobernabilidad con Bildu?

Entiendo que esta es una pregunta que se tiene que plantear en todo tipo elecciones, pero habrá que ver primero los resultados electorales y, en función de ellos, habrá que ver los programas con los que se ha presentado cada uno y las posibilidades de conciliación. Aspiro a que también, tras la participación política plena, podamos estar afrontando no solamente el final de ciclo de ETA, sino también un final de ciclo de la política de bloques.

¿Ha recibido alguna llamada de Bildu por su apoyo a la legalización?

No. Ni la espero. Tampoco he trabajado con el objetivo de buscar ningún agradecimiento. Además, sabemos que somos sus adversarios políticos. Ahora, 34 años después de haber hecho campañas gratis a la izquierda abertzale sin conocer sus programas de construcción del día a día, no me gustaría que su campaña fuera de celebraciones, sino de ofrecimientos de proyectos.

¿Cómo influirá su presencia en la normalización?

Bildu es una coalición electoral de dos formaciones e independientes, pero todos podemos entender lo que es más allá de ese formalismo. Espero que su presencia en las instituciones sirva para consolidar ese compromiso con las vías exclusivamente políticas, y que eso le lleve a una radical condena de lo que pueda ser una acción de ETA que ojalá no suceda y que, en todo caso, su presencia en las instituciones sea un elemento de deslegitimación de la violencia.