El presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, emplazó ayer a Patxi López a cuestionarse la legitimidad del Gobierno que preside tras el descalabro sufrido por el PSE en las elecciones del pasado domingo. A juicio del burukide jeltzale, ha quedado en entredicho la representatividad de su Ejecutivo tras quedar al descubierto que, habiéndose presentado todas las sensibilidades políticas del país, la correlación de fuerzas social y electoral no se corresponde con la representada en el Parlamento de Gasteiz.
Urkullu considera que el lehendakari "debería plantearse si va a seguir gobernando" tras el 22-M, ya que las elecciones han reflejado que la representatividad de su Ejecutivo no obedece a la mayoría de la sociedad vasca. En este sentido, en declaraciones a Radio Popular, emplazó al secretario general de los socialistas de la CAV a plantearse "con quién quiere hacer las políticas de los próximos años".
Las urnas depararon un serio varapalo a los socialistas tanto en el resto del Estado español como en la CAV, donde la traslación de los resultados cosechados por el PSE a unos comicios autonómicos les otorgaría doce escaños menos de los veinticinco que tienen en el Parlamento Vasco.
Abundando en esta línea, el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, señaló que las urnas han "deslegitimado de forma abrumadora" tanto al presidente Zapatero como al lehendakari López, y subrayó que su partido no descarta pedir elecciones anticipadas.
En relación a la situación en la que ha quedado José Luis Rodríguez Zapatero, y en concreto el acuerdo presupuestario y de estabilidad sellado entre ambas formaciones, Urkullu advirtió al presidente del Gobierno español de que su partido no tiene alianzas que le comprometan a mantener al Gobierno, por lo que insta al jefe del Ejecutivo español a que reflexione sobre cómo va a terminar la legislatura.
Urkullu advirtió al presidente español que el PNV "tiene las manos libres" para seguir apoyándole, ya que no tiene ninguna alianza con los socialistas. Además, subrayó que Madrid no está cumpliendo los compromisos alcanzados en el acuerdo presupuestario. El dirigente jeltzale mencionó el traspaso a Euskadi de las transferencias pendientes, uno de cuyos paquetes había de ser traspasado antes de Semana Santa.
PACTOS CON BILDU Sobre los pactos postelectorales, Urkullu señaló que en Gipuzkoa corresponde a Bildu, como formación más votada, iniciar un proceso de conversaciones para intentar gobernar la Diputación, pero rechazó que se le reclame al PNV el respeto del derecho a gobernar de la lista más votada, cuando no se exige al resto de partidos en otros ámbitos territoriales. Urkullu no cree que "haya mucha sintonía" entre Bildu y el PNV "en la defensa de proyectos estratégicos" en Gipuzkoa, como el puerto exterior de Pasaia, ni en fiscalidad ni en medidas para reactivar la economía. Por ello considera que si la coalición piensa gobernar en solitario, "tendrá que hacer día a día un esfuerzo para entenderse con el resto", advirtió.
