martes, 9 de agosto de 2011

El PNV augura cuatro años "perdidos" ante la negativa de López a adelantar los comicios


Urkullu alerta del aumento galopante de la deuda y de las "manifiestas" diferencias entre PSE y PP.
Bilbao. Si la autocrítica no tuvo cabida en el discurso postelectoral del lehendakari López a pesar de la debacle del 22-M, los sucesivos varapalos del Euskobarómetro tampoco parecen haber mudado los optimistas alegatos de un PSE que se ve capaz de convertirse en la lista más votada en la CAV tras las elecciones generales cuando en las municipales y forales solo pudo amarrar ocho ayuntamientos.


El último sondeo vuelve a sacar los colores a un Ejecutivo que únicamente despierta la confianza de uno de cada cinco ciudadanos, y que ya tuvo que recolocar a varios cargos municipales como asesores en el Gobierno tras el batacazo en las urnas. Mientras las propuestas de López siguen recolectando recelos y desconfianza -los empresarios han sido los últimos en lamentar su actuación, al poner el acento en los "errores conceptuales" de su plan fiscal-, el presidente del EBB del PNV Iñigo Urkullu ha querido avisar de que, en caso de que el socialista agote su legislatura, su mandato podrá resumirse en cuatro años "baldíos y perjudiciales".

Así lo considera el burukide en una entrevista con Europa Press, donde cree "incuestionable" que esos años podrán darse por "perdidos". Por ello, el jeltzale pide que sea "honesto consigo mismo y coherente" a la hora de pensar si, como lehendakari, está respondiendo a las necesidades de la sociedad vasca. Un ejercicio que ya rechazó abordar tras las elecciones del 22-M, cuando optó por culpar a la crisis y al propio Zapatero de los deslucidos resultados cosechados por su partido. Los signos del desgaste se presentaban evidentes. Los tres candidatos socialistas a diputado general por cada uno de los herrialdes de la CAV tuvieron que renunciar a sus actas, mientras la entente con el PP no ayudó al PSE a salvar los muebles y a culminar un reparto de consistorios con las filas de Basagoiti. A pesar de que varios barones del PSOE recriminaran al jefe del Ejecutivo su pacto con el PP -donde entrevieron buena parte de las causas de la hecatombe-, López no ha cambiado una coma en su política de alianzas.

No obstante, esa misma entente podría acercar al socialismo a un escenario ante el que ahora entona el vade retro. Si bien fuentes consultadas por DEIA aseguran que un adelanto electoral en la CAV no se encuentra en el ánimo de PSE y PP, una hipotética victoria de Mariano Rajoy en las elecciones generales podría mover a los populares vascos a exigir una convocatoria prematura de las urnas, máxime si en el Estado se consuma la impugnación de Bildu que quiere promover Génova. En ese caso, los socios preferentes podrían reeditar su entente, con la diferencia de que podría ser Basagoiti quien llevara la voz cantante, superando en votos al PSE y condenándole al papel de sostén que los populares desempeñan ahora en Lakua. En caso de que el adelanto se produjera con Bildu aún en la arena política, el Gobierno del cambio pasaría a la oposición y sería relevado, con alta probabilidad, por un Ejecutivo de signo abertzale. Un escenario que desalentaría al PP a la hora de adelantar el calendario en la CAV.

el 20-n de la discordia En el PNV son partidarios de que finalice cuanto antes la etapa de un socialista que "ha incrementado por siete la deuda pública y tiene una política sin capacidad económica y financiera", según expone Urkullu. Además, el jeltzale vaticina que las "manifiestas y manifestadas" discrepancias entre el PP y el PSE serán "cada vez más públicas", precisamente por la necesidad de marcar perfil ante las generales del 20-N. Desde el socialismo vasco ya apostaron por vencer a la "derecha ultramontana", nada más conocer el adelanto decretado por Zapatero y obviando su política de pactos en la CAV; toda vez que López ha decidido anunciar un impulso a su comatosa actividad legislativa a las puertas de la cita con las urnas.

El jeltzale opina que las divergencias entre ambos partidos "son estructurales", y recuerda los episodios más recientes, como la polémica por la oferta pública de empleo de Osakidetza. "Estamos ante un Gobierno fracasado desde el inicio, y que ha pretendido disfrazar su única obsesión de desplazar al PNV a la oposición con un discurso de normalidad, con un discurso de cambio, con un discurso de la convivencia, y con un discurso que ha querido revestir con problemas de comunicación, como si fueran la causa de que los ciudadanos vascos le suspendieran", lamenta, para enfatizar a renglón seguido que López "es el único lehendakari que va suspendiendo, cada vez más y de manera más clara, encuesta tras encuesta".

Por otra parte, la izquierda aber-tzale histórica respondió ayer a los emplazamientos de Urkullu a favor de que exigiera a ETA su cese definitivo. La sensibilidad puso en valor sus pasos y acusó a los jeltzales de hacer "dejación" de su responsabilidad política, por lo que emplazó al partido a que se implique "de forma integral y de una vez por todas" en el proceso. "Tiene para ello una gran oportunidad con las elecciones del próximo 20 de noviembre", zanjó en un comunicado.