jueves, 25 de agosto de 2011
El PNV reclamará que la próxima reforma de la Constitución incluya la autodeterminación
Bilbao: El PNV quiere incluir el derecho de autodeterminación en la Constitución española. Según ha podido saber DEIA en fuentes solventes, la formación jeltzale pretende aprovechar la reforma constitucional que promueven PSOE y PP con el objetivo de limitar el déficit para incluir en ella este derecho de los pueblos. El partido que lidera Iñigo Urkullu, que trabaja intensamente en la preparación de su iniciativa política y en las ponencias para su asamblea general de enero, se ha puesto manos a la obra para presentar una iniciativa política al Estado cuanto antes.
La base de dicha propuesta que prepara el equipo jurídico del Grupo Vasco en Madrid será la proposición no de ley en favor del derecho de autodeterminación que el Parlamento Vasco aprobó el 15 de febrero de 1990. Fuentes consultadas aseguran que esta iniciativa busca superar un marco de relación que consideran agotado y conseguir un consenso constitucional más amplio del que ha gozado la actual Constitución. La proposición llega en un momento clave para el modelo autonómico, puesto que la crisis y el déficit han colocado en serios apuros el futuro de muchas autonomías y el del modelo en sí -Murcia, por ejemplo, ha planteado devolver Sanidad y Educación al Estado-.
La formación abertzale, abierto el melón de cambios en la Constitución, también quiere obtener su rodaja. La posibilidad de constitucionalizar nuevas cuestiones que han abierto socialistas y populares ha calado rápido en Sabin Etxea. El PNV quiere incluir en la Carta Magna una herramienta para acordar de forma amable y democrática un nuevo modelo de relación con el Estado español. Tal como aseguró Iñigo Urkullu, presidente del Euzkadi Buru Batzar (EBB), en el tradicional acto del 31 de julio, la búsqueda de esa nueva convivencia será el norte que guíe la actuación del partido, tanto en Euskadi como en España. El mensaje del líder jeltzale se interpretó como un claro aviso al próximo ganador de las elecciones generales del 20-N. En caso de que ni Rajoy ni Rubalcaba logren mayoría absoluta, ya saben cuál será el precio a abonar por el apoyo del PNV. Y a tenor de las palabras de ayer de Jordi Pujol, el expresident catalán, CiU también podría establecer un precio parecido a su hipotético apoyo.
Lejos de echarse al monte, expresión que sus adversarios políticos le suelen achacar cuando alude al derecho a decidir, el PNV parece que quiere jugar esta mano con la baraja del Estado. No propugna una fórmula rupturista, sino que delega en la Constitución la facultad de regular el derecho de autodeterminación que aprobó el Parlamento Vasco, la máxima representación de la voluntad de la sociedad vasca.
hb, en contra Aquel proyecto no de ley fue presentado por PNV, Eusko Alkartasuna y Euskadiko Ezkerra y aprobado con 38 votos a favor, 23 en contra y uno nulo -los trece representantes de Herri Batasuna se ausentaron de la sala en la votación tras haber defendido una enmienda a la totalidad en su contra, al igual que el PP-. "El Pueblo Vasco tiene derecho a la autodeterminación. Este derecho reside en la potestad de sus ciudadanos para decidir libre y democráticamente su estatus político, económico, social y cultural, bien dotándose de un marco propio o compartiendo, en todo o en parte, su soberanía con otros pueblos", recogía el primero de los cuatro puntos aprobados entonces.
En los siguientes, el texto dejaba claro que el derecho de autodeterminación tiene como finalidad la construcción nacional de Euskadi -"la construcción nacional es un proceso dinámico, gradual y democrático", matizaba-; subrayaba el valor del Estatuto de Autonomía como punto de encuentro de la sociedad vasca -Estatuto cuyo cierre firmaron el PNV y el Gobierno de Zapatero hace unos meses, 31 años después de aprobarse-; y que las instituciones vascas son las únicas legitimadas para impulsar su ejercicio.
La resolución también incluía lo que parece un soporte para iniciativas políticas como la que está a punto de presentar el PNV: "La legitimidad de todas las ideas políticas expresadas democráticamente tiene en el marco parlamentario la vía de defensa y, en su caso, de incorporación al ordenamiento jurídico de cualquier reivindicación. Por tanto, este Parlamento está legitimado para promover y decidir las iniciativas que tuviesen por objeto hacer posible la consecución de las aspiraciones de los ciudadanos vascos planteando, en su caso, las reformas de todo tipo que considere oportunas, de conformidad con los procedimientos establecidos al efecto".
Otro de los textos que será tenido en cuenta es la enmienda a la Disposición Adicional Primera que planteó y defendió el entonces senador Mitxel Unzueta en pleno proceso constituyente, en 1979. El jeltzale defendía que los derechos históricos de Bizkaia, Araba, Gipuzkoa y Nafarroa habrían de actualizarse por acuerdo mutuo entre el Estado y las representaciones legales de dichas entidades; tales acuerdos se plasmarían en un texto legal y ese texto no podría revisarse más que por el mismo procedimiento.
elemento integrador En la exposición de motivos de la resolución aprobada por la Cámara vasca quedaba muy clara la vocación integradora del derecho de autodeterminación, al que se equiparaba con la libertad y la democracia: "El derecho de autodeterminación es un valor parejo a los de libertad y democracia, y por tanto es un principio fundamental para el logro de una sociedad articulada y para el proceso de construcción nacional de Euskadi. Por ello, ha de ser reconocido como patrimonio de la cultura democrática; no debe ser utilizado como elemento de discordia y división, sino asimilado al consenso necesario para que el pueblo vasco labre su futuro".
Ese texto que aprobaron PNV, EA y EE aludía también la complejidad de la sociedad vasca: "Al inicio de la década de los 90, los vascos constituimos una sociedad plural y compleja. Plural en la medida en que se fundamenta en la libertad personal, en la existencia de una diversidad de sensibilidades sociales y opciones políticas asumida como valor positivo por la mayoría, y en una expresión cultural variada y rica...".
Y esa exposición de motivos adelantaba que su consecución y realización no serían nada fáciles: "Si la libertad se realiza a través de una organización tan compleja y diversa como la democracia, la realización plena del derecho de autodeterminación deberá entenderse también como compleja y diversa, dinámica y paulatina, como un proceso tan infinito como infinita sea la voluntad de la libertad ciudadana".