viernes, 26 de agosto de 2011
Urkullu: "La reforma constitucional es posible"
Urkullu dice que la iniciativa del PNV sobre la autodeterminación busca solucionar el conflicto vasco.
Bilbao. La Constitución española, impenetrable durante la práctica totalidad de su existencia, será reformada en un tiempo récord, antes del fin de la actual legislatura, gracias al consenso alcanzado por PSOE y PP, acuerdo obligado, eso sí, por la crisis institucional en que ha desembocado la adversa situación económica. Aprovechando esta coyuntura, el PNV ha puesto toda la carne en el asador y está promoviendo una iniciativa para incluir el derecho de autodeterminación de los pueblos en el articulado de la Carta Magna, tal y como adelantó ayer DEIA. Pese a que queda por comprobar el alcance real de la reforma impulsada por el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, para limitar el déficit del Estado, el presidente del Euzkadi Buru Batzar (EBB), Iñigo Urkullu, sentenció ayer que "la reforma constitucional es posible".
En un artículo publicado en su blog, Urkullu situó en su justa medida el alcance de esta propuesta, que la formación abertzale está cimentando contra reloj, dado lo exiguo de los plazos. Mientras desde otras formaciones políticas se le pide al PNV que se sume a un frente soberanista para las elecciones generales que parece defender la acumulación de fuerzas como un fin en sí mismo, el partido que preside Urkullu vuelve a optar por la vía de los hechos y a plantear una iniciativa concreta que "propicie una solución de futuro al contencioso vasco", tal y como la describió el presidente del EBB.
Se trata, explicó, de una "medida política profunda" que "solo requiere la aceptación de la realidad plurinacional del Estado español, de forma que pueda propiciarse un nuevo acuerdo" que desemboque en "la constitucionalización de los Derechos Históricos" de Euskadi. El esfuerzo del PNV no puede ser más ambicioso: "La Constitución se puede reformar y nuestra voluntad política es propiciar una reforma que contribuya también a dar una solución pactada y duradera al conflicto vasco, a la crisis institucional y política. Es posible".
Urkullu, que probablemente ampliará este planteamiento en el discurso que pronunciará esta tarde en Zarautz con motivo del inicio del curso político del PNV, se refirió además a la necesidad de combatir la "nueva oleada uniformadora por parte de la clase política española, que está actuando con la clara pretensión de iniciar el nuevo tiempo que todos vislumbramos sin plantearse dar respuesta política al problema nacional vasco".
JOSU ERKOREKA EN ONDA VASCA
Por su parte, el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, arrojó ayer más luz sobre los entresijos de esta iniciativa. En una entrevista a Onda Vasca, afirmó que se ha comprobado que "toda la parafernalia que han venido defendiendo hasta ahora en contra de la reforma constitucional" era "irrelevante", ya que "la reforma es posible, es viable, e incluso se puede llevar a cabo en un tiempo récord si existe consenso de las fuerzas mayoritarias". En este contexto, el PNV presentará su propio "paquete de reformas" durante el correspondiente periodo de presentación de enmiendas. Todo ello con el de fin de lograr "una norma fundamental que satisfaga mejor nuestras pretensiones", ya que "nunca hemos dejado de lado nuestra máxima aspiración", en referencia al derecho de autodeterminación.
Agregó que la formación abertzale no quiere hacer este viaje en solitario, sino que ha buscado "un planteamiento que no sea partidista, sino lo más institucional y compartido posible". Erkoreka se refirió así a uno de los mimbres fundamentales de la propuesta, la proposición no de ley en favor del derecho de autodeterminación aprobada por el Parlamento Vasco el 15 de febrero de 1990. "Preferimos jugar con lo que ya en el pasado ha gozado de un consenso mayoritario entre las fuerzas políticas vascas, y no operar en clave estrictamente partidista", explicó.
La otra pata en la que se sustenta la reforma constitucional promovida por los abertzales, recordada ayer por Iñigo Urkullu en su blog, se produjo a finales de los años 70, en pleno debate constituyente. Se trata de la enmienda a la Disposición Adicional Primera que promovió el entonces senador jeltzale Mitxel Unzueta y que defendía una actualización de los derechos históricos de Bizkaia, Araba, Gipuzkoa y Nafarroa de común acuerdo con el Estado español.
Reacciones En lo que a los partidos vascos se refiere, su reacción a la propuesta del PNV para incluir el derecho de autodeterminación en la inminente reforma constitucional fue diversa. Consultado por DEIA, el vicecoordinador de Aralar, Jon Abril, expresó la absoluta coincidencia de su partido con este planteamiento. "Aralar también ve necesaria una reforma más profunda de la Constitución, entre otras cosas para que se recoja el derecho a la autodeterminación de los pueblos", aseguró.
También a preguntas de este periódico, EA y el PP se posicionaron en contra del plan impulsado en Madrid por la formación abertzale, aunque por razones diferentes. La secretaria de Comunicación de EA, Ikerne Badiola, acusó al PNV de actuar por interés propio y afirmó que "una propuesta de autodeterminación debe ser consensuada entre los partidos nacionalistas vascos, y no una propuesta partidista". La portavoz de EA, formación integrada en la coalición Bildu que inició el curso político con un acto celebrado ayer en Donostia, añadió que "con los datos que tenemos en la mano, suena más a una acción propagandística que otra cosa".
Por último, el portavoz del PP en el Parlamento Vasco, Leopoldo Barreda, reprochó al PNV que busque "pretextos" para no posicionarse sobre el sentido original de la reforma de la Constitución, la limitación del tope del déficit para controlar el gasto público. "No se trata de incluir otras propuestas", señaló Barreda, tras lo que calificó la iniciativa del PNV de "tiempo perdido". "Puede estar obsesionado con competir con Bildu en estas materias, pero a los ciudadanos lo que les preocupa es combatir la crisis, salir adelante y defender las libertades", opinó.
Añadió que "lo que se pone en evidencia es la distancia que hay entre los intereses del PNV y de los ciudadanos". De este modo, el popular acusó a la formación abertzale de ser "incapaz de sintonizar con los ciudadanos y de recuperar el interés de la calle. Por esa vía perdió el Gobierno vasco, dos diputaciones y la mayor parte de los ayuntamientos. Es la expresión de un discurso radicalizado, cada vez más centrado en las obsesiones nacionalistas y menos atento a las preocupaciones de los ciudadanos.