miércoles, 30 de junio de 2010

Los nacionalistas catalanes anuncian la defunción de la actual relación con España

Bilbao. La sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut tiene todos los visos de marcar un antes y un después en la relación de Catalunya con España. Aunque el president de la Generalitat, José Montilla, reculara ayer en parte del discurso que mostró la víspera, cuando intentó sacar músculo y distanciarse de sus compañeros del PSOE al cargar duramente contra el alto tribunal por recortar el texto catalán y al llamar a la movilización, las formaciones nacionalistas lo tienen claro. La defunción de la actual relación de los ejecutivos de Madrid y Barcelona es un hecho. Tanto el partido que sostiene en el Gobierno al líder del PSC, como el que busca salir ganador en las elecciones de noviembre coinciden: los mensajes de los líderes de ERC y CiU advierten de que, tras cuatro años de un tira y afloja en los tribunales, es hora de pasar a un nuevo estadio.

Con Montilla descartando un adelanto electoral o una consulta popular para que la ciudadanía decida si el dictamen del tribunal español es de su agrado, desde el principal partido de la oposición denunciaron que el tan esperado fallo rompe el pacto constitucional de 1978. Una fractura que, según subrayaron Artur Mas y Josep Antoni Duran i Lleida, hace necesaria la refundación de la relación entre Catalunya y España. Una nueva fórmula sobre la que los dirigentes de CiU no quisieron dar pistas tras reunirse de urgencia para tratar la decisión del Constitucional, pero que sería un camino diferente al de la reforma estatutaria y que posibilitaría alcanzar el grado de autogobierno que aprobó el pueblo catalán en 2006. Lo que sí resaltaron fue el problema que, a su juicio, le ha surgido al Ejecutivo español, ya que -continuaron- representa el fin de la "interpretación amplia y flexible" del título autonómico de la Carta Magna. Mas y Duran aseguraron que no hay más remedio que acatar jurídicamente la sentencia, pero eso no impide -advirtieron- que sigan sin aceptarla políticamente. De hecho, el portavoz de CiU en el Congreso recordó que "hasta ahora el único que no ha acatado las sentencias del TC es el Gobierno español", ya que no ha cumplido los fallos que avalaban transferencias a la Generalitat o ponían freno a determinadas invasiones competenciales. Más beligerante que Mas y Duran, desde ERC -uno de los partidos que forman el tripartito-, Joan Puigcercós abogó por iniciar una transición hacia la democracia, el único camino que queda -continuó- tras el "fracaso" del modelo autonómico. "ERC desmiente categóricamente la interpretación española de que la sentencia del Tribunal Constitucional es blanda y salva el Estatut, porque esto no es verdad, es durísima, afecta a las paredes maestras del texto y conculca derechos de los ciudadanos de Catalunya", aseveró el máximo responsable de la formación republicana.

ERC, que nada más conocer la sentencia del Constitucional ya subrayó que había un choque de legitimidades entre el fallo de "un tribunal fuertemente desprestigiado" y la voluntad del pueblo catalán expresada en las urnas, ayer dio un paso más al asegurar que sólo reconoce esta segunda legitimidad y que es la única que acata: "Hoy constatamos que se cierra un proceso, porque las instituciones españolas no quieren que los ciudadanos de Catalunya tengan más libertades, y frente a esto no podemos aceptar los recortes del TC. Sólo acatamos la voluntad del pueblo de Catalunya, y decimos esto con toda la contundencia. Nos quieren imponer un marco legal que aquí hay algunos que están dispuestos a acatar. Lo respetamos como demócratas, pero que quede claro que nosotros no, porque no ha sido respetada la voluntad de los ciudadanos".

Cumbre y manifestación Montilla, que ha convocado para mañana una cumbre de líderes políticos catalanes para intentar consensuar una respuesta conjunta al recorte del Estatut, animó a participar en la manifestación del próximo 10 de julio que en la noche del lunes acordaron los representantes de los partidos catalanes pro Estatut y Òmnium Cultural. Organizada por esta asociación cultural catalanista, la marcha unitaria se celebrará en Barcelona bajo el lema Nosotros decidimos, somos una nación.

El president de la Generalitat mantendrá durante hoy, aprovechando el pleno del Parlament, contactos bilaterales con los líderes catalanes, y su intención inicial es celebrar una cumbre catalana 24 horas después. Del resultado de estos contactos bilaterales se determinará el formato de la cita multilateral. En la hoja de ruta de Montilla también está una entrevista con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, lo que no se prevé que ocurra hasta después de la manifestación del próximo día 10.

En esa cita con Zapatero, el líder del PSC, según indicó ayer, intentará "rehacer el pacto estatutario", es decir, matizó el president, recuperar lo perdido por el fallo del Tribunal Constitucional, y así "reforzar el pacto constitucional". Ayer, el dirigente socialista, en un tono más relajado que la víspera, dejó claro que no cabe otra posibilidad que la de acatar la sentencia del Constitucional: "Todos hemos de acatar la sentencia por responsabilidad política y democrática".

Y, pese a los recortes del TC, Montilla aseguró que el Estatut conserva "un gran potencial" para el autogobierno. Eso sí, advirtió de que el fallo no va a ayudar a "reforzar los lazos" con España.