miércoles, 30 de junio de 2010

Omnium Cultural: “Llamamos a la manifestación para defender la voluntad del pueblo de Catalunya”

Transcripción íntegra de la entrevista realizada hoy en Onda vasca con Muriel Casals, presidenta de Omnium Cultural y el catedrático de Filosofía, Josep María Terricabras sobre el Estatut de Catalunya.

Sra. Casals, bon día. Tienen 22.000 socios pero van a ser muchos más en la manifestación porque esto ha calado hondo.

Ha calado hondo, hace tiempo que estábamos preparándolo ante la previsión de que podía haber una sentencia negativa respecto del Estatut y a la manifestación evidentemente los socios de Omnium vamos a ser muy activos pero llamamos a todos los ciudadanos de Catalunya que se sienten afectados por esta situación.

Son una entidad cuyas máximas son lengua, cultura y país, se sienten directamente muy afectados porque hay algunos de los capítulos suprimidos que se refieren precisamente a la lengua, también al país.

Exactamente, nosotros somos una entidad esencialmente cultural pero en la medida en que nuestro lema están tres palabras, la lengua, la cultura y el país, nos concierne la lengua, nos concierte la cultura pero nos concierne el presente y el futuro de nuestro país. Pero es que la lengua, la lengua catalana ha sufrido digamos una agresión por parte de esta sentencia del Constitucional, como si no se quisiera considerar que efectivamente el catalán que es una lengua por lo menos de la misma categoría que el español, el castellano en el territorio catalán.

Dígame una cuestión Sra. Casals porque da la sensación de que ha habido cierto desapego institucional de la gente. La gente ya veía que esto podía pasar y ha ido apartándose quizás de lo más institucional de los partidos para refugiarse en este tipo de protestas o de asociaciones cívicas.

Sí es que cuando usted decía mucha gente se va a sentir llamada a la manifestación nosotros insistimos que no estamos llamando a la manifestación para defender en concreto el texto del Estatut sino que llamamos a la manifestación para defender la voluntad del pueblo de Catalunya que se expresó en el referéndum que aprobó este texto concreto. Pero en todo el proceso de elaboración del Estatut de Catalunya se había aprobado una primera versión en el Parlament de Catalunya por casi unanimidad, este texto luego sufrió recortes, fue aprobado en las Cortes españolas, pasó por el referéndum, pero hay personas que estaban entusiasmadas, que estaban a favor de este texto, pero hay muchas personas que eran muy críticas con este texto. Lo que pasa es que ahora todos los favorables al texto del Estatut y los críticos con el texto del Estatut vamos a ir juntos porque lo que queremos es defender la voluntad del pueblo de Catalunya. Por eso en nuestro eslogan hemos puesto “Nosotros decidimos”. Nosotros decidimos cual es la forma de organizarnos en Catalunya, no hay un Tribunal que esté más legitimado que el referéndum del conjunto de los ciudadanos.

Aquí Sra. Casals da la sensación de que a lo que estamos asistiendo es a un choque de dos poderes, dos soberanías, una soberanía española que representa el Constitucional y una soberanía catalana que representa el referéndum.

En cierto modo claro se produce aquí un choque de soberanías y este es nuestro dolor, por decirlo de alguna manera. Ahí es donde nos sentimos vulnerados y por esto vamos a protestar. Nosotros consideramos que existe la soberanía del pueblo de Catalunya y que somos nosotros los que debemos decidir sobre nuestro futuro y sobre nuestro presente. En este sentido yo pienso que lo que ha hecho el Tribunal Constitucional español es un flaco favor no sólamente a la voluntad de los catalanes sino también a la democracia española, porque está diciendo que en la democracia española no cabe el respeto a la voluntad de los catalanes y ahí hay una contradicción entre lo que debería ser un Tribunal Constitucional que vigila, que guarda a todos los ciudadanos que están bajo su órbita y ahí este Tribunal Constitucional está fallando.

Una de las personas que va a estar en la cabecera de esa manifestación es el catedrático de Filosofía de la Unviersidad de Girona, Josep María Terricabras. Bon día. ¿Cómo se ha apuntado a llevar la pancarta?

En cierto modo me lo han pedido pero yo soy socio de Omnium desde hace muchos años, lo es toda mi familia, además soy miembro del IEC, Institut de Estudios Catalán, que es coconvocante también de esta manifestación. En este sentido por las dos partes diríamos estoy emparentado con la manifestación. Pero es que además hemos trabajado durante mucho tiempo en los artículos de opinión, en las tertulias y en todas partes desde hace muchos, muchos meses para decir algo que finalmente se ha producido de forma muy negativa, para decir que el Tribunal Constitucional no debía haber intervenido para nada, para nada. ¿Por qué? Porque no hay ningún país del mundo, ninguno, ninguno, si ud. encuentra alguno dígamelo por favor, porque yo no se de ninguno, en que haya un Tribunal por encima de la voluntad popular. Esta es una cosa incluso desde el punto de vista democrático cómica casi, ridícula, como va a ser que después de que el pueblo haya votado alguien diga si ha votado bien o ha votado mal, esto es inconcebible verdad.

Aquí el asunto es que voluntad popular se tome, si es la voluntad popular catalana que es a la que le afecta el Estatut o la voluntad popular española que es lo que viene a decir el Constitucional.

No, no, no, ni eso. ¿Por qué? Porque la voluntad española también se ha manifestado a través de sus representantes legitimados por el voto, fue en el Congreso de los Diputados. Es decir ese texto salió aprobado por el Congreso de los Diputados español en el cual estaban presentes diputados catalanes, por todo el Congreso y luego fue porque así está establecido constitucionalmente fue trasladado al pueblo de Catalunya para que él lo decidiera. Es decir esta es la legitimidad española justamente, lo raro es que esta legitimidad española pueda aceptar que luego diez personas, quince, cuatro, tres, decidan si esto funciona o no funciona. Realmente es un despropósito desde un punto de vista democrático y legal.

Profesor y usted no tiene la sensación de que el Tribunal Constitucional en cierta manera ha sido un poco como el brazo ejecutor de lo que no se ha atrevido a hacer Zapatero con el famoso cepillado del Estatut. Porque al final da la sensación de que en España están todos contentos, en Catalunya muy enfadados pero en España todos contentos.

Evidentemente, evidentemente. Yo pienso que el problema, en este sentido hay un cierto acuerdo, tácito diríamos, entre el PSOE y el PP, en el fondo el problema es el Estatut, es decir que Catalunya tenga Estatut. Cuando falleció Franco, cuando se inició la llamada Transición, aparecía que esta era una no mala solución para que catalanes, vascos, por ejemplo, cada cual a su manera, tuviéramos, diríamos, una presencia en el Estado español digna y tal. Al correr de los años esto se ha complicado de forma que ahora realmente molestamos. Sí, sí, molestamos. Porque algunas de las cosas que se han llegado a decir durante todo este tiempo son absolutamente tremendas. Yo creo de todas formas que el PSOE ya pasó el rastrillo y ya liquidó muchísimas cosas. Si ud. coge el Estatuto que salió del Parlamento de Catalunya y coge luego el texto que salió del Parlamento de Madrid realmente es espectacular lo que se llegó a borrar y lo que se llegó a cambiar. Es decir ya por parte del PSOE que finalmente fue quien lo aprobó junto con otros grupos ya hubo un cepillado muy importante. Simplemente ahora se ha acabado de repasar. Y además está la cosa casi divertida, es que a mi los grandes órganos jurisdiccionales españoles me están provocando risa, porque lo que nos anuncia además es que este es el primer cepillado. ¿Por qué? Porque esto responde a lo que solicitó el PP. Pero resulta que este Estatut también fue impugnado por el defensor del pueblo, por el señor Múgica, y a esto todavía no han dado respuesta los magistrados, lo cual es rarísimo. Porque si van a dar la misma respuesta no se por qué no la dan ya. Y si van a dar otra respuesta no será contradictoria y seguramente que será más cepillado. Y luego tienen que responder también a las impugnaciones presentadas por algunas comunidades autónomas presididas por el PP. O sea que en el final del proceso realmente el Estatut de Catalunya será como una hoja parroquial seguramente donde van a estar cuaro cositas absolutamente triviales.

Yo le preguntaba esta cuestión porque estaba leyendo un artículo que publicó ayer Gregorio Peces Barba que se titula “El Estatuto catalán y el respeto” en “El País” y dice que el proceso es el resultado de una comulgación de despropósitos y de errores con responsables plurales, dice desde el gobierno catalán y los partidos políticos catalanes pasando por el secretario general del PSOE, Rodríguez Zapatero, cuando sostuvo con imprudente firmeza que lo se aprobase en Catalunya se aprobaría en Madrid, y dice y siguiendo en todos los demás trámites por la totalidad de intervinientes. Según su teoría esto ya se sabía que no cabía en la Constitución y se ha querido ir más allá y demasiado lejos, es decir que todos tenemos que aprender donde está el límite, según él.

Yo me temo que la visión del Sr. Peces Barba, desde su posición primera, verdad, de lo que llaman padre de la Constitución hasta ahora ha ido restringiéndose diríamos. Es decir la lectura de un texto constitucional puede ser amplísima, amplia, muy amplia, poco amplia, cerrada, etc. etc. Mire ud. el Derecho es lenguaje y al lenguaje se le pueden hacer maravillas, absolutas maravillas, es un problema de voluntad política y pensar que lo que dice la Constitución es algo absolutamente cerrado es el gravísimo problema. Seguro que el Estatut de Catalunya no cabe en cierta interpretación de la Constitución, evidentemente no cabe, en otras interpretaciones de la Constitución evidentemente cabe._Cuál es la elección en estos momentos del Constitucional y de la mayoría de fuerzas políticas en España, que no cabemos. Esto a mi me parece importante diríamos saberlo, yo soy desde los que hace muchos años defiendo la independencia de Catalunya, me parece que es la única salida posible, pero es que además ahora me lo ponen diríamos muy fácil. ¿Por qué? Porque es que no se puede ser federalista, en Catalunya todavía hay algunos federalistas pero claro van disminuyendo, porque con quien te vas a federar si ellos no quieren. Es como casarse, uno va y dice bueno me quiero casar pero es que no hay novia no hay novio, entonces con quien nos vamos a casar. No hay forma, no hay forma y me parece que este es un portazo muy importante, que no se pueda usar ni la palabra nación y que se haya que tomar tantísimas prevenciones contra esto, qué quiere decir. Quiere decir que España no es plurinacional, que no se pueda obligar al uso del catalán en Catalunya siendo lengua oficial y en cambio una lengua oficial sí pueda quiere decir que hay una lengua superior a las demás incluso en Catalunya aunque sea la lengua del país. Es decir, es una situación a mi me parece con toda franqueza que jurídicamente y políticamente insostenible.

Profesor, miramos un poco hacia el futuro, tenemos la manifestación y esto puede ser simplemente una reacción ante una expresión de malestar o es el inicio de algo más, porque dice claro es que a los independentisas nos lo están poniendo muy fácil, pero después eso cómo se materializa, del enfado a la acción cómo se pasa.

Esto yo no lo sé, ahí me pilla. No lo sé francamente porque claro hay distintos niveles, una cosa es el nivel social, el nivel intelectual, etc. y otro es el nivel político y ahí es evidente que los grupos políticos tienen un papel absolutamente clave y decisivo. Vamos a tener por ejemplo elecciones al Parlamento de Catalunya en pocos meses, o sea que yo no sé los partidos políticos cómo van a reaccionar, qué oferta electoral van a presentar dentro de tres o cuatro meses. Yo pienso más bien que los dos partidos mayoritarios en estos momentos en Catalunya, que son el PSC y CiU van a chillar ahora mismo, van a protestar pero luego se va a producir aquello que ayer me parece que era decía con cierta satisfacción Alfonso Guerra, no va a pasar nada. Me temo que van a adaptarse, van a plegarse, en Madrid hay intereses y ellos desean cosas, pero esto sería diríamos la posición más político partidista. En cambio por parte de la población es obvio que el sentimiento de imposibilidad de acuerdo político, pacífico, tranquilo, agradable, etc. va creciendo. Hace una semana “El Periódico de Catalunya”, que más bien es de tendencia socialista y en el cual yo escribo, publicaba una encuesta en que decía que el 48% de la población estaría de acuerdo en la separación. de España. Esta es una cifra absolutamente increíble´. Hacía sólo dos semanas que “La Vanguardia” había publicado otra del 33%. Cuando estos grandes periódicos, “La Vanguardia” desde luego no es independentista, cuando estos medios de comunicación llegan a poner y a proponer este tipo de cifras quiere decir que se está moviendo una cantidad de cosas tremendas en Catalunya. Y por tanto veremos qué ocurre. Yo no creo que esta manifestación simplemente pretende, lo ha manifestado muy bien la presidenta Muriel Casals, lo que pretendemos con esta manifestación no es tomar una posición partidista, diriamos. ¿Por qué? Porque va a juntar a gente con pensamientos distintos y ahí hay que ser muy respetuosos pero sí hay un acuerdo unánime que no hay quien toque lo que ha decidido el pueblo de Catalunya, aunque sea ese Estatut que a mi personalmente no me gusta, pero yo voy a defender que no hay que tocarlo porque el pueblo de Catalunya lo ha decidido. Y a mi me gustará más o menos pero es la voluntad popular y por lo tanto por encima de la soberanía popular no hay nada. Esto yo no se si lo entenderán o no porque parece ser que en Madrid se han enfadado mucho que se haga esta manifestación, pero esto es fundamental. O entendemos que son los pueblos quienes deciden y son las personas quienes deciden o no hemos entendido nada, ni de la modernidad ni de la dignidad humana, que quiere decir libertad de expresión.

Profesor le aseguro que en Euskadi hay mucha gente que lo entiende.

Sí. Muy bien.