lunes, 25 de octubre de 2010

Ibarretxe defiende un nuevo marco jurídico-político y el fin dialogado de la violencia

Lunes, 25 de Octubre de 2010

Juan José Ibarretxe recibe un "cum laude por unanimidad" en su tesis doctoral.
Ibarretxe defiende un nuevo marco jurídico-político y el fin dialogado de la violencia.
Juan José Ibarretxe Markuartu ha recibido la máxima calificación de "sobresaliente cum laude por unanimidad" por su tesis doctoral “Principio Ético, Principio Democrático y Desarrollo Humano Sostenible: fundamentos para un modelo democrático”, que ha presentado esta mañana en la UPV en Donostia.

Desde que dejara la vida política, Ibarretxe ha compaginado su actividad docente con el trabajo de investigación, siendo la tesis que hoy presenta su resultado más gráfico

"Mi agradecimiento a la sociedad vasca es infinito", apunta el lehendakari

Creo que el modelo vasco puede ser un modelo exportable a otros países y regiones"
BILBAO. El lehendakari Juan José Ibarretxe ha defendido en la facultad de Derecho de la Universidad del País Vasco UPV/EHU su tesis doctoral titulada 'Principio Ético, Principio Democrático y Desarrollo Humano Sostenible: fundamentos para un modelo democrático', en la que defiende la necesidad de un nuevo marco de autogobierno para Euskadi, ya que el Estatuto de Gernika "está agotado".

Además, ha destacado "la necesidad" del reconocimiento del derecho del pueblo vasco a decidir su futuro y el compromiso de ejercerlo "por la vía del pacto y la negociación", como "llave de la solución" al "problema político" vasco.

En su tesis, defendida este lunes en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho de la UPV/EHU en la capital guipuzcoana Ibarretxe ha hecho referencia a la "crisis" que padece la sociedad actual, que "afecta a los sistemas jurídico, político, económico, sociológico, medioambiental, cultural" y para la que no se encontrará soluciones "válidas en la globalización", sino en "lo local".

Tras analizar los cambios acontecidos en Euskadi entre 1998 y 2008 y el "cambio de paradigma" acontecido en ese periodo, entre otras cosas, al reconocer "todos los agentes políticos y sociales del país" que "se debía diferenciar entre paz y política", el lehendakari ha establecido las bases de un modelo teórico de resolución de problemas, con vistas a aplicarse a otras regiones, países e incluso empresas, el cual ha condensado en diez conclusiones.

La primera se refiere al "caso vasco" como "resultado de un modelo socio-político-jurídico-económico construido sobre el principio ético, el democrático y el desarrollo humano sostenible".

NUEVO MARCO PARA EUSKADI

Juan José Ibarretxe ha abogado por un nuevo marco de autogobierno vasco y ha recordado que el derivado de la aprobación del Estatuto de Gernika, "ha permitido a las instituciones vascas mejorar la utilización de los recursos disponibles mediante la reasignación de las prioridades en los gastos e inversiones públicas, y a la sociedad vasca avanzar en la consecución de desarrollo humano sostenible".

No obstante, ha indicado que este Estatuto "está agotado, no sólo porque las propias autoridades de la Administración española lo consideran un proceso cerrado", sino porque "la tela de araña legal y jurisprudencial que se ha tejido, y aún continúa tejiéndose en torno al mismo, ha conseguido encorsetar su interpretación, impedir su desarrollo y anular una buena parte de sus potencialidades", así como "poner en cuestión la palabra dada de considerarlo un pacto entre dos partes".

Según Ibarretxe, para dar respuesta a las "demandas de profundización del autogobierno y afrontar el futuro con garantías, se precisa de un nuevo marco jurídico-político de relación con el Estado español".

En este sentido, ha afirmado que la propuesta del Nuevo Estatuto Político, aprobado por la mayoría absoluta del Parlamento Vasco el 30 de diciembre de 2004, constituye "una aportación para construir un nuevo espacio económico de crecimiento y solidaridad sobre los pilares que configuran el nuevo modelo económico y social del siglo XXI".

ETA

Por otro lado, el lehendakari ha apelado al reconocimiento de "todos los derechos humanos para todas las personas", y, en este sentido, ha señalado que ETA "debe comprender la terrible brutalidad, inutilidad e inmoralidad de su violencia y dar muestras inequívocas de su disposición a abandonarla definitivamente para siempre y sin reservarse papel garante de proceso político alguno".

Asimismo, ha considerado que los partidos e instituciones públicas también deben "reflexionar" al respecto, porque "la violencia y el terrorismo no se combate con menos, sino con más democracia", es decir, "con la universalización del respeto a los Derechos Humanos".

El lehendakari ha defendido en su tesis que "es preciso que todas las instituciones públicas observen y respeten los Derechos Humanos de todas las personas, y que se desarrolle una nueva política penal y penitenciaria que atienda al objetivo democrático de la reinserción social de las personas encarceladas a través del cumplimiento de las condenas en los lugares más cercanos a sus domicilios".

De este modo, ha censurado la Ley de Partidos y su aplicación que se enmarca "dentro de una concepción simplemente punitiva del sistema de control social y que debe de ser "derogada y abandonada".

DIÁLOGO

Por otro lado, ha apelado al "diálogo con respeto", como "única fórmula válida para no fracasar y lograr acuerdos básicos no alcanzados hasta la fecha". "Diálogo en público y en privado, diálogo bilateral y multilateral, diálogo sin vetos personales ni políticos, diálogo sin condiciones previas, diálogo como fórmula para buscar soluciones", ha incidido.

De este modo, ha considerado la violencia de ETA o la calificación como anticonstitucionales de determinadas propuestas políticas no son "excusas" para abordar ese diálogo, que debe llevar al final de la violencia, a la paz y a la reconciliación con "el respeto a la vida y a los Derechos Humanos como punto de partida".

El lehendakari ha abogado por "seguir intentando, una y mil veces" conseguir ese "fin dialogado de la violencia" para la consecución de una paz "basada en la verdad, la justicia, la libertad y la reconciliación", lo que "no significa extender un velo de olvido difuso sobre el pasado".

Por otro lado, Ibarretxe ha defendido la existencia del pueblo vasco es una "realidad incontrovertible", y así ha opinado que al margen de la violencia de ETA que debe desaparecer, hay que "reconocer la existencia de un problema político que va más allá de ésta".

"Se alcancen o no acuerdos para resolver el conflicto político vasco, la violencia de ETA debe desaparecer, y exista o no ETA, se deben alcanzar acuerdos para la convivencia entre Euskadi y el Estado español", ha apuntado.

De esta forma, ha concluido que "se debe abordar un diálogo político, de fondo, con el objeto de alcanzar un acuerdo de normalización política en torno a elementos fundamentales" como "la identidad, la soberanía, la territorialidad y el derecho de autodeterminación".

Ibarretxe también ha apelado al reconocimiento del derecho del pueblo vasco a decidir su futuro y al "compromiso" de ejercerlo "por la vía del pacto y la negociación" como "llave de la solución" a ese conflicto político, y ha añadido que "hay que afrontar cuál es el nuevo modelo de relación con el Estado que desean la mayoría de los vascos".

DERECHO A DECIDIR

A su juicio, "el verdadero problema de normalización política no estriba únicamente en un compendio de transferencias", sino en "la falta de reconocimiento del pueblo vasco como un sujeto político con identidad propia al que le corresponden unos derechos históricos" y "con capacidad para decidir libre y democráticamente su propio futuro".

Por ello, ha abogado por "un acuerdo político en torno al derecho a decidir de la sociedad vasca y su ejercicio para, previa ratificación por parte de los vascos, ser incorporado al ordenamiento jurídico".

Ibarretxe ha censurado "el irrespeto político y jurídico que han exhibido el Gobierno, las Cortes y el Tribunal Constitucional españoles en relación con las iniciativas políticas democráticamente aprobadas en Euskadi", que "no son síntoma de fortaleza sino de debilidad del Estado".

"Ha sido el autogobierno lo que ha permitido desarrollar en la Comunidad Autónoma de Euskadi un modelo de desarrollo humano sostenible, que ha hecho posible el progreso económico y socialmente comprometido y equilibrado de sus gentes", se ha congratulado.