Lunes, 27 de diciembre de 2010
Maria Eugenia Arrizabalaga (Zumaia, 1967) es licenciada en Derecho y actualmente es parlamentaria del PNV en la Cámara de Vitoria. Portavoz del mismo partido en Gipuzkoa, representa a los jeltzales junto a Nerea Antia en la comisión de investigación del 'caso Miñano'
Maria Eugenia Arrizabalaga aprovecha estos días para descansar un poco del trajín parlamentario. Este año, además, le ha traído su participación en la comisión de investigación del caso Miñano, que afecta a diversos ex altos cargos del PNV alavés e incluso al último Gobierno del lehendakari Ibarretxe. A mediados de diciembre se conocía la lista de las 33 personas que comparecerán en la Cámara a partir del 3 de enero.
Van dos meses desde que se puso en marcha esta comisión. ¿Qué balance hace?
Una comisión de investigación en el Parlamento es secreta por definición, por lo que no se debe hablar de ella. Aun así, ha trascendido que se pidieron 74 comparecencias y se han aprobado 33. La diferencia entre las solicitadas por todos los grupos y las admitidas es evidente y grande. No se tendría que haber aplicado un criterio cuantitativo porque todas la comparecencias estaban presumiblemente justificadas. Dicho esto, también habría que hablar de las filtraciones. Los primeros pasos dejan bastante que desear en ese sentido y esperamos que no se vuelvan a repetir.
Habla del secreto de la comisión, pero su grupo, junto a Aralar, asegura que teme que haya filtraciones.
Esperamos que no se produzcan, pero en otras comisiones ya se han venido produciendo filtraciones casi sistemáticas que nunca han partido de nosotros. Estos últimos días hemos visto filtraciones evidentes, acuerdos en clave interna de la comisión. Además, aunque no es una filtración, el mismo presidente de la comisión, Juanjo Agirrezabala (EA), suele dar noticia de las decisiones adoptadas.
Otra de las quejas que han planteado ha sido el calendario y la inminencia de una cita electoral.
La comisión nunca debería de ser un instrumento electoralista. Es darle un uso indebido, espurio, pero tendremos que ver cómo se desarrolla y qué sucede. Además, conviene no olvidar que se trata de una comisión que versa sobre temas que están sometidos a un proceso judicial.
¿Confía en la inocencia de los acusados?
La presunción de inocencia es un derecho básico en cualquier sistema democrático y esa presunción solo cae cuando el tribunal o el juez encargado del caso considera tener pruebas suficientes.
Además de en la comisión del "caso Miñano", también se encuentra en el "grupo propulsor" de Batu Gaitezen.
Es una iniciativa de reflexión con la que creemos que la mayoría de guipuzcoanos está de acuerdo y que parte de dos compromisos: la paz y los Derechos Humanos para todas las personas, y el reconocimiento de la existencia de un pueblo y de su derecho a decidir. Se han puesto en marcha actos en pueblos y comarcas que están teniendo una acogida positiva.
¿Cómo valora la situación de esos "dos compromisos" de Batu Gaitezen en Gipuzkoa?
La mayoría de los guipuzcoanos, independientemente de a qué sigla vote, cree en esos dos principios. Desde 1999, el Estado perfecciona una estrategia política que tiene su máximo reflejo en el actual Gobierno Vasco. No tenemos ninguna duda de que esa estrategia está en continua evolución y, en la medida en que los números les den, intentarán trasladarla a todas las instituciones que puedan.
La suya no es la única voz del GBB que da por segura la extensión del pacto PP-PSE en próximas citas. ¿Qué les lleva a afirmarlo con esa rotundidad?
Con ver la evolución histórica desde 1999… En 2001, PP y PSE se presentaron por separado, pero sin esconder sus intenciones. Recibieron un palo y eso les llevó, tal y como lo dijeron, a "perfeccionar" su estrategia. De la mano de eso se han hecho el Pacto Antiterrorista o la Ley de Partidos con la que hemos estado en desacuerdo, y, mediante esa Ley, han sacado fuera del tablero a una fuerza con la representación política que tenía y tiene. No lo han hecho de manera coherente, sino atendiendo a los intereses de cada cita electoral.
Por ejemplo, ¿las últimas elecciones al Parlamento?
Sí, la Cámara está recortada en su representación, lo que les ha permitido elegir lehendakari. A veces PSE y PP confiesan que hace falta un largo ciclo político para establecer lo que llaman normalizaciónde la política vasca. No hablan de la cita de 2011, sino de "dos legislaturas necesarias" para normalizarnos. No hace falta tener una bola de cristal para interpretar cuáles son las intenciones reales del bloque constitucionalista en Euskadi.
¿Plantean algún tipo de respuesta a este panorama que usted dibuja?
Si creemos en que los derechos humanos han de ser en todo momento para todos y que somos un pueblo con derecho a decidir nuestro futuro, tenemos que obrar en consecuencia. No nos podemos desinteresar de lo que vaya a ocurrir, porque su estrategia es, sigue y va a seguir estando. A más estrategia de Estado, más Batu Gaitezen. Tenemos que reaccionar y no dejarnos marear.
Hace un mes, la Diputación presentó una encuesta que recogía una pregunta sobre la intención de voto en las próximas forales. Si se dieran esos resultados, el panorama de gobierno se presentaría complicado.
La política vasca siempre ha tenido sus complejidades. En Gipuzkoa hay gran diversidad de opinión política y muchos agentes en liza, pero el que sea complejo no quiere decir que sea imposible. Estamos convencidos de que va a haber una fórmula estable y estamos convencidos de que vamos a liderarla. Esa fórmula se basará en la colaboración con otras fuerzas abertzales, tal y como dijo el propio diputado general y candidato, Markel Olano.
En su localidad, Zumaia, usted deja la candidatura municipal en manos de Montse Arana. ¿Ve el escenario más sencillo que en el conjunto de Gipuzkoa?
Esas comparativas no son fáciles, pero creo que en Zumaia vamos a ganar las elecciones, porque siempre las hemos ganado y porque intuyo que vamos a partir de un inicio mejor que hace cuatro años. Estoy convencida de que obtendremos la Alcaldía.
¿Cómo califica la gestión del actual alcalde y próximo candidato a diputado general de EA, Iñaki Agirrezabalaga?
Está bastante alejada de ser una buena valoración. Ningún municipio, tampoco Zumaia, se puede permitir el lujo de dejar pasar los trenes sin cogerlos a tiempo y dejando empantanados los proyectos estratégicos del municipio.
Hablando de claridad de panoramas, ¿cómo ve el futuro de la izquierda abertzale y ETA?
Nosotros siempre hemos estado en contra de la Ley de Partidos y de excluir jugadores. Tienen que estar en las elecciones. Dentro de esa estrategia de Estado de la que hablábamos antes, también se han dado pasos más allá de lo que es la Ley de Partidos como ha sido la modificación de la LOREG. Pero está claro, tal y como dicen los portavoces de la izquierda abertzale, que su proyecto prioritario es conseguir la legalización, que irán a por todas y que se ajustarán a la Ley de Partidos para que nadie ponga peros. Así, es absolutamente sorprendente y denunciable que el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, diga que "ni aunque cumplan la ley van a estar". Creemos que tienen que estar, independientemente de lo que diga ETA.
¿Qué espera del próximo comunicado de ETA?
Llevamos demasiado tiempo esperando a que se decida a hacer ese comunicado que tanto se anuncia. Creo que sí se producirá y que será de forma inminente. Eso coadyuvará a que la situación política se normalice, utilizado el término en su justo sentido.
¿Ve la paz en esta legislatura?
Si se produce ese comunicado en el que ETA atiende a los requerimientos de Bruselas, el Pacto de Gernika y declara el alto el fuego "incondicional", "verificable" y "permanente", habrá que seguir dando pasos, pero se habrá producido un cambio como no hemos conocido nunca. Esta vez será la buena