El Sociómetro apunta que el PSE baja 3,3 puntos con respecto al recuerdo de voto de las anteriores elecciones al Parlamento Vasco
El PNV, por contra, volvería a ser el más votado y sube 0,9 puntos
Las encuestas evidencian que el acceso de López a la Lehendakaritza de la mano del PP no es del gusto de la sociedad vasca
BILBAO. Una más, y son ya muchas. Las encuestas han vuelto a verificar que el PSE pierde respaldo en la sociedad vasca desde que Patxi López, aupado por el PP, accediera a la Lehendakaritza. El Sociómetro publicado ayer, correspondiente a un estudio basado en 2.198 entrevistas realizadas entre el 10 y el 20 del presente mes demayo, arroja un balance contundente en lo que concierne a la gestión de los socialistas. Comparando la respuesta de a quién votó en las elecciones al Parlamento Vasco celebradas el 1 de marzo de 2009 y a quién votaría en la actualidad, el PSE pierde 3,3 puntos en esta intención de voto. Según expertos en encuestas electorales consultados por DEIA, éste es el dato más importante del estudio elaborado por el Gabinete de Prospección Sociológica de Lehendakaritza, por cuanto al no estar elaborada la tradicional cocina que se aplica a todos los sondeos, hay que jugar con el dato claro de a quién voto y a quién votaría, y medir esa diferencia. Y esa variación es la que muestra claramente la baja del PSE. En el lado contrario de la balanza, el PNV mantiene su hegemonía en cuanto a la intención de voto en la CAV. Si ya en las elecciones de hace un año el partido liderado por Iñigo Urkullu fue el más votado –con una diferencia de 80.000 sufragios con respecto al PSE– los datos del Ni Patxi López ni su partido, el PSE, sale bien parado del sondeo. FOTO: EFE Sociómetro de mayo señalan que, con respecto al recuerdo de voto, la formación jeltzale subiría un 0,9%. En la variante de recuerdo de voto –a quién votó– y la actual intención de voto –a quién votaría–, el PNV pasa del 19,3 de marzo de 2009 al 20,2 de mayo de 2010. También sube el PP, lo que viene a demostrar que en ese tándem de facto que han formado PSE-PP, los populares son los mayores beneficiados. La formación de Antonio Basagoiti, que pasa de un 3,9 a un 4,1 con respecto a quién voto hace poco más de un año y a quién votaría ahora, se mantiene en una posición muy cómoda, en la que se atribuye los logros del Ejecutivo vasco. En este caso, los populares hablan sobre todo de la deslegitimación de la violencia, y, sin embargo, achacan a los socialistas la nefasta actuación contra la crisis económica. No obstante, la ligera subida del PP no compensaría el descenso del PSE. En esta ocasión, la suma de ambos según los datos ofrecidos por el Sociómetro, arrojarían un total de 18,8 puntos en la intención de votos, 1,4 puntos menos que la intención de voto del PNV. Extrapolando estos datos al total de la población, algo que no hace el Sociómetro, el PSE y el PP no tendrían mayoría absoluta para gobernar, lo que viene a significar que el Gobierno del cambio al que alude Patxi López en clara sintonía con Antonio Basagoiti no ha encontrado el respaldo de la sociedad vasca. AL ALZA Por lo que respecta al resto de formaciones que completan el Parlamento Vasco, Aralar sube 0,5 puntos, lo que viene a consolidar la apuesta de este sector de la izquierda abertzale; EA asciende un 0,1, un dato también positivo para la formación liderada por Pello Urizar; mientras que Ezker Batua, inmersa en estos momentos en otra grave crisis dentro de sus filas, se quedaría con el mismo porcentaje con respecto al recuerdo de voto de los anteriores comicios. Junto con el PSE, el otro partido que en la actualidad dispone de representación en el Parlamento Vasco y que bajaría con respecto al recuerdo de voto es UPyD. La formación liderada a nivel estatal por Rosa Díez descendería 0,1 puntos. En opinión de los sociólogos consultados por DEIA, resulta complicado hacer en estos momentos un pormenorizado análisis electoral por cuanto, y con respecto a los próximos comicios al Parlamento Vasco, sobre el papel aún quedan tres años por delante. Sin embargo, a tenor de los datos ofrecidos por el Sociómetro sí se puede asegurar que, al igual que sucediera el 1 de marzo de 2009, el PNV es el partido con mayor intención de voto. Los jeltzales, además, son los votantes más fieles, ya que prácticamente el 85% de quienes votaron entonces al la formación jeltzale lo volverían a hacer ahora, mientras que en el PSE hay una significativa deserción en el voto, puesto que únicamente repetirían su sentido de voto un 65%. Incluso el PP presenta una mayor fidelidad de voto que el PSE, puesto que un 74,2% de quienes votaron a Antonio Basagoiti volverían a hacerlo en unos próximos comicios. En estos sondeos, evidentemente, no están contemplados los posibles votantes de la izquierda abertzale histórica, ya que hace un año esta corriente política no estuvo presente en los comicios al ser aplicada la Ley de Partidos. OTROS RESULTADOS Una de las máximas manejadas por el Gobierno López es el cambio que ha experimentado la sociedad vasca desde que el PSE accedió a la Lehendakaritza. La teoría de la normalidad o el oasis vasco no parece concordar con el resultado que ofrece el Sociómetro. En 2008 y 2009 un 21% de la población vasca consideraba que la situación política en Euskadi se podía considerar como un problema. En mayo de 2010, esta cifra ha ascendido cuatro puntos y se ha colocado en un 25%. Tampoco parece, a tenor de los datos que ofrece esta prospección, que haya triunfado el interés por españolizar a los ciudadanos vascos. En el último año el sentimiento de identidad vasca ha pasado del 44% de la población al 48%, cuatro puntos más. Por contra, quienes integran el apartado de los que se consideran “tanto vasco como español” ha descendido un punto, del 36% al 35 %. La grave situación económica tampoco ha sido obviada por los encuestados. Así, de entre los problemas personales que más preocupan a los vascos, los tres primeros se refieren a las cuestiones derivadas de la crisis: problemas de trabajo –paro–, problemas económicos y vivienda. Por contra, el terrorismo o la violencia se sitúan en la octava posición de los problemas personales. Con todo, los ciudadanos vascos consideran que aún hay diferencias entre la situación en laCAVy la que se vive en el resto del Estado español. Así, un 65% de los encuestados consideran como mala o muy mala la situación en la CAV, mientras que para el 91% la situación del Estado español es crítica. Resulta también sintomático el nivel de confianza de los vascos en las instituciones. Tanto las tres diputaciones como los ayuntamientos se encuentran a un nivel óptimo de confianza, el Gobierno vasco se encuentra tres puntos por detrás de las instituciones forales y municipales; y el Gobierno.